El principal candidato de la oposición, Carlos Mesa, anuncia que no reconocerá el resultado
El escrutinio provisional de las elecciones generales en Bolivia situó este lunes a Evo Morales al borde de una victoria en primera vuelta. El sistema de conteo rápido, llamado TREP o Transmisión de Resultados Electorales Preliminares, se quedó interrumpido durante casi un día desde que anoche, con casi el 84% de las papeletas verificadas, los datos arrojaron un escenario de segunda vuelta entre el presidente y su principal adversario, el exmandatario Carlos Mesa. Con el 95% escrutado, el panorama ha dado un vuelco y el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) evitaría un desempate y lograría una ventaja de más de 10 puntos por tan solo unas décimas: un 46,86% frente a un 36,72%.
Mesa ya ha asegurado que no reconocerá este resultado, que califica de "fraude escandaloso", mientras avanza con lentitud la entrega de actas, que a las ocho de la tarde se situaba en un 60% y un empate técnico. En cualquier caso, la comunicación de los resultados derivó en una fotografía de caos y sospechas que dispararon la tensión en el país andino. Durante la jornada se registraron protestas que derivaron en disturbios y episodios de violencia en las principales ciudades. En La Paz, militantes del MAS y simpatizantes opositores se concentraron a las puertas del hotel en el que está instalado el centro de cómputo nacional, donde policía lanzó bombas lacrimógenas contra los manifestantes.
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