Fe de ratas columna por José Javier Reyes
Si el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, alias El Bronco, propuso en plena campaña por el gobierno de la República que a los ladrones se les cortara la mano, sin ruborizarse, sin pedir disculpas, sin imaginar que debía pedir disculpas, no debe sorprendernos que en ese estado del norte del país el Congreso apruebe penalizar el aborto. Que se enarbolen ficciones como “el derecho a la vida desde la concepción” habla de un retroceso brutal que arrebata un derecho fundamental a las mujeres: la libertad sobre su cuerpo y sobre su reproducción.
Es una manera triste de festejar el Día Internacional de la Mujer. Es devolverles el rol de incubadoras pero, sobre todo, es negarles la posibilidad de decidir si desean tener sexo no reproductivo. Es culparlas por el ejercicio del más básico de sus derechos, hacer con su cuerpo lo que les plazca. Volver a aquellos silogismos absurdos: te acostaste con un hombre, querías gozar o te dejaste engatusar y saliste embarazada sin desearlo; ergo, tu castigo será tener a un niño que no deseas y modificar tu plan de vida en función de un hecho fortuito que hoy será definitivo. La ley te obligará a tener al niño, que sabemos perfectamente que no lo es sino hasta las 10 o 12 semanas de gestación.
¿Qué ley obliga a un hombre a hacerse cargo de un hijo que no desea? ¿Qué ley lo puede forzar a pasar 9 meses pendiente de un embarazo sorpresivo? La sociedad (que sin importar que estemos en el siglo XXI sigue siendo profundamente machista) le da todos los derechos al hombre y todas las obligaciones a la mujer. Esto ocurre al margen de las leyes en un sentido u otro: los hombres pueden ejercer libremente su sexualidad, sin compromisos ni repercusiones indeseables y a la mujer le queda aceptar un hecho que puede trastocar su vida o proceder a un aborto clandestino. Porque finalmente la ley que promulgó el Congreso neoleonés no va a impedir los abortos, sólo va a enviar a la cárcel a las mujeres que tomen la difícil decisión de suspender un embarazo. ¿Habrá una ley que envíe a la cárcel a un hombre que embarace a una mujer que no desee dicha responsabilidad?
Cabe aclarar que esta disposición es perfectamente impugnable y probablemente no pase el filtro de la Suprema Corte de Justicia. Organizaciones en favor de los derechos de las mujeres y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos promueven ya acciones legales contra esta ley. Pero al margen del este hecho, que es previsible, llama la atención el debate popular y legislativo que se ha generado en torno al tema. Particularmente la posición de la senadora morenista Lily Téllez, que pretende revertir la ley que permite la interrupción legal del embarazo en la Ciudad de México. Sus argumentos van de lo simple a lo patético: una mujer que mata a un bebé es una criminal, la ley respectiva en el CDMX ha matado a 200 mil personas. Al diablo con los conocimientos básicos de desarrollo embrionario. Al diablo con 200 años de lucha por los derechos de la mujer. Y feliz Día Internacional de la Mujer.