Fe de ratas columna por José Javier Reyes
El proceso electoral que llevará a las urnas nuevamente a los votantes del Estado de Puebla para elegir gobernador es un evento inédito, rodeado de circunstancias desconcertantes. Será la tercera vez en menos de tres años en que los poblanos tendrán que elegir al titular del ejecutivo estatal. Lo anterior, luego de que también por primera vez un gobernador y un exgobernador mueren en un accidente de cualquier tipo. Es la primera vez que una misma persona, en este caso Luis Miguel Barbosa Huerta, por parte de Morena se presentará como candidato para intentar ganar la misma elección que antes había perdido ante Martha Érika Alonso Hidalgo.
Todo el proceso fue singular e inédito. Como se recordará, en la jornada electoral que aún no cumple un año ocurrieron cosas igualmente sui generis. La mayoría de las casas encuestadoras marcaban como favorito a Barbosa, algunas hasta por el 10 por ciento de la intención del voto. De hecho, el domingo 1 de julio de 2018 las encuestas de salida de Mitoksky dieron por ganador a Barbosa Huerta por los ya referidos 10 puntos y así se difundió por parte de medios televisivos nacionales. Pero en la madrugada del 2 de julio las cosas habían cambiado: el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) ya señalaba a Martha Érika como virtual ganadora.
La jornada electoral en la capital poblana no había sido del todo pacífica. De diferentes puntos de la ciudad llegaron reportes de robo de urnas e inclusive de disparos de arma de fuego. De inmediato se presentaran denuncias, tanto oficiales como mediáticas, de parte de los morenistas, quienes se quejaban de lo que ellos consideraron un fraude por parte de la candidata panista.
Si no era previsible, tampoco fue extraño que el 3 de julio de 2018 los morenistas irrumpieran en el hotel MM Grand, transformado en centro de operaciones del panismo y se enfrentaran a golpes con aquellos. La rispidez fue característica de todo el proceso postelectoral, mismo que enfrentó a buena parte de la sociedad poblana. La segunda mitad del 2018 fue desgastante y este enfrentamiento no disminuyó del todo el 14 de diciembre, cuando Alonso Hidalgo tomó posesión como gobernadora.
De esta incomodidad, la ciudadanía poblana pasó al estupor, cuando el 24 de diciembre Martha Érika Alonso y su esposo el senador y exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, perecieron en el accidente que ocurrió exactamente el 24 de diciembre del año pasado.
Al iniciar el proceso electoral que concluirá el domingo 2 de junio de 2019, los tres contendientes entendieron que los poblanos no querían más enfrentamiento. Los mensajes de campaña hablaban invariablemente de reconciliación. Por ello sorprendió la aparición de publicidad negra contra Miguel Barbosa, señalando que habría sido acusado de malos manejos, sin aclarar cuáles ni cuándo ni cómo.
Esto confirma que aún en los procesos inéditos y sui géneris, ciertas tradiciones electorales no desaparecen. Hablar de conciliación y enlodar al contrincante, tirar la piedra y esconder la mano, son recursos que aún en los tiempos modernos que transcurren siguen usándose. Ya veremos qué tan eficaces resultan.