AMLO, la emulación a Francisco I. Madero por Marco Antonio Ortiz Salas

En el fondo no es ignorancia de AMLO, conoce bien la historia de este país, sabe que desde la Revolución, Madero traicionó a Zapata, a Villa y, por ende, a las demandas del Plan de Ayala

Entramos a la recta final del primer semestre de este 2020 lleno de turbulencias en todos los ámbitos. Si bien, en enero nadie pensaría que nos enfrentariamos a una crisis mundial como la que originó la pandemia, ya estamos a mediados de año y la nueva realidad se habrá de presentar de distintas formas en los acontecimientos políticos, sociales y sobre todo en los económicos.

Hemos señalado en este espacio que el panorama para el campo no se vislumbra nada favorable, cuantimás con los pobres resultados de la SADER y, aunque nuestra opinión busca ser objetiva, solo hemos logrado la irritación del presidente. Quizá con cierta injerencia de Alfonso Romo o de los intereses del Consejo Nacional Agropecuario, Andrés Manuel inició una campaña de descalificaciones en contra de las organizaciones campesinas aglutinadas en el Frente Auténtico del Campo, así como de otras organizaciones de las que destaca el Movimiento Nacional Antorchista.

Entre cantaletas y sonsonetes, (sin datos comprobables) el mandatario orientaba sus discursos hacia la descalificación a los movimientos organizados sin respetar y reconocer que la lucha campesina, ha sido capaz de hacer frente, primero a las deudas históricas del gobierno con el agro desde la revolución y despúes, frente a los embates de las políticas neoliberales que tanto critica en el discurso el presidente.

En el fondo no es ignorancia de AMLO, conoce bien la historia de este país, sabe que desde la Revolución, Madero traicionó a Zapata, a Villa y, por ende, a las demandas del Plan de Ayala, a pesar de que el Zapatismo y el Villismo contribuyeron a que llegara al poder. Pareciera incluso, si se revisa la historia, que Andrés Manuel emula a Francisco I. Madero, no como el “apostol de la democrácia” al que tanto alude, sino al mandatario que prefirió mantener una relación cómoda con el ejercito, así como con los ricos hacendados del país, particularmente con los del Estado de Morelos.

Ante la serie de descalificaciones, algunos líderes campesinos ligados a MORENA, prefirieron guardar silencio, siempre sucede que el poder calla a quiénes gozan de privilegios. Unos mas recurrieron a la movilización y otros decidimos solicitar a la FGR se informara si existen investigaciones por el uso indebido de recursos del erario. La respuesta fue clara y obvia. Es lamentable que desde palacio nacional, sin considerar la presunción de la inocencia, AMLO señale quién es corrupto sin articular argumentos sino frases como “líderes nylón, cinturones piteados, texanas o antorcha mundial”

No obstante lo anterior, las organizaciones sociales podríamos otorgarle el beneficio de la duda a López Obrador, creemos que se puede avanzar por el rumbo correcto si se privilegia al pequeño productor y no al acaparador.

Las acciones son claras: 1) Celebrar una reunión de trabajo con él y con los titulares de la SEMARNAT, SADER y Gobernación para revisar los resultados de los programas destinados para el campo. 2) Evaluar de manera conjunta los alcances reales de las políticas públicas. 3) Rediseñar las estrategias para alcanzar los objetivos planteados. 4) Examinar si estas acciones acabarán en el mediano y largo plazo con la desigualdad y con la pobreza en el campo.

No es nuestra intención entrar en una confrontación con el presidente, todo lo contrario, estamos a buen tiempo de construir un prespuesto digno para el 2021, que puede comenzar con la mesa de diálogo y derivar en la realización de una serie de foros convocando a la Cámara de Diputados, los dependencias ligadas al sector, así como las organizaciones campesinas. A finales de 2019 nuestra demanda en el Congreso de la Unión era exactamente la misma: ¡DIÁLOGO! Diálogo para presentar nuestra visión sobre el presupuesto, diálogo para diseñar de manera conjunta una política pública acorde a la realidad, diálogo para reorientar el presupuesto en beneficio de los pequeños productores, ejidatarios, comuneros y trabajadores agrícolas. Sobre todo, diálogo para acabar con los privilegios de unos cuántos.

La pandemia no es un tema menor, nos cimbró a todos por igual, eso es suficiente motivo para reconstruir una relación política mas humana y menos mezquina. Esta crisis nos obliga a trabajar de manera conjunta para sacar adelante no solo al campo sino al país entero, en esa disposición nos encontramos y en esa disposición también debería encontrarse el presidente, aún cuando se ha empecinado en demostrar lo contrario, nosotros, por el momento, nuevamente le otorgaremos el beneficio de la duda.