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Desde la Sociología ¿y México? por Luis Pérez Cruz

Columna por Luis Pérez Cruz
Domingo 11:18 am, 31 May 2020.
Luis Pérez Cruz
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Desde la Sociología ¿y México? por Luis Pérez Cruz

Hace algunas semanas y cuando la pandemia comenzaba su largo camino y que aún no alcanzábamos a visualizarlo y menos a comprenderlo, señalábamos que una de las preguntas que nos permitirá vislumbrar las consecuencias del coronavirus es la siguiente ¿A qué tipo de sociedad arribó el coronavirus? No cabe duda que las sociedades que vivimos actualmente ofrece características que quizás nos dé luz sobre cómo se enfrentará el virus y que resultará de todo ello, además de, insistimos, advertir los alcances de la grave crisis que enfrentamos.

          A través de las redes sociales somos testigos de cómo de manera individual hacemos frente, somos testigos de escenas de pánico, de inundarnos de información, de realizar compras masivas hasta efectuar oraciones para nuestra salvación.

          La sociedad que vivimos está caracterizada por la idea del triunfo individual que nos permita la holgura económica y el bienestar, necesariamente volvemos a la idea, retomando la perspectiva del sociólogo Max Weber, que mediante el trabajo es posible lograr el excedente que nos tranquilice y, con ello, lograr el bienestar, lo que el mismo Weber llamó la construcción de una ética muy propia de los países protestantes, el trabajo como una forma de vida, como la salvación. Así entonces, el triunfo en la vida (la salvación) es tangible a través de las posesiones, de los bienes materiales.

          De igual forma, en otra ocasión puntualizamos la esencia de la hipocresía humana, ya que generalmente cuando nos encontramos en una situación de emergencia, como la que vivimos en estos momentos, somos solidarios, honestos, hondamente reflexivos y profundamente religiosos. Nuestra forma de pensar nos hace seres amables con nuestros semejantes, expresamos pensamientos muy “humanos”, llenos de solemnidad y de consideraciones, incluso,  hacia el cuidado del medio ambiente. Nos dedicamos a mandar oraciones y reflexiones emotivas a través de las redes sociales, con el fin de mitigar la compleja situación.

          Ahora bien, a lo anterior agreguemos que la disputa por el poder en nuestro país ha contaminado al mismo covid-19; por una parte, se ha hecho de los medios de comunicación el instrumento avieso para sumar allegados, simpatizantes y férreos defensores de su causa, incluso hay quienes abiertamente conspiran, como el Frente Nacional AntiAMLO; por la otra tenemos a un sector de la sociedad indolente e indiferente ante la emergencia sanitaria.

          En un texto de 1937, Teodoro Torres, quien fue directivo en La prensa de San Antonio Texas, Excelsior, Revista de revistas y México al día, todo ello entre las décadas de 1920 y 1930, considera que el periodista debe ser un profesional con amplios conocimientos (como lo son los abogados, médicos, entre otros), además de formarse profesionalmente “le quedará mucho por aprender, porque, este arte de informar con originalidad y con claridad, de describir con exactitud y difundir ideas con profundidad, solo se afina y se pule tomando contacto con la vida, la gran maestra de las ciencias que necesitan el consenso de la experiencia.”

          Además de lo anterior, Teodoro Torres asegura que, es muy importante conducirse bajo una serie de principios éticos, además de acompañarse de un sentir estético, recuperando una idea de Aristóteles: “solo es bello lo verdadero, podemos aspirar los periodistas, en esa gran obra de colaboración que es el periódico, a realizar diariamente un triunfo estético por medio del ajuste a una ética perfecta”.

          Nos hemos propuesto realizar un seguimiento a los articulistas y analistas que opinan diariamente, hemos encontrado que reducen su tarea a denostar y mentir, con la intención de lograr su fin último; diarios abiertamente contrarios al gobierno actual hacen señalamientos como Alazraki repite reiteradamente mentira o mentiroso, llama a Jiménez Espriú ¡leeroooo!, llama a “Morena gorda de 120 kg.”, a Padierna “loca”, ello solo para mencionar algunos calificativos y a un personaje.

          Por otro lado, los promorenistas se dedican básicamente a repetir los calificativos que señala el presidente y sus cercanos, desde fifi, conservadores, prensa vendida, entre otros. Asimismo, los insultos se multiplican, no es posible ofrecer una opinión contraria a sus parámetros de referencia. No es tolerable asumir una postura crítica y reflexiva, es necesario asumir irreflexivamente la postura oficial.

          Creemos que la idea de periodismo ha cambiado desde los tiempos de Teodoro Torres (1937), pero consideramos que hay principios éticos que es necesario recuperar, no podemos continuar usando los medios de comunicación para fines perversos, como decía el Sr. Torres el periodismo no es el medio, es el fin, la búsqueda de la información que ayude a las personas a construir un pensamiento idóneo. Finalmente señala que la responsabilidad de los medios es enorme. Lo que se hace actualmente es desvirtuar y empobrecer el trabajo de los periodistas.

          Por otra parte, padecemos la indolencia de la población, ya señalamos la semana pasada resulta común escuchar las teorías de la conspiración, así como una manifiesta incredulidad e indolencia, representada a través de eventos como la fiesta temática de coronavirus en Huamantla el pasado 23 de abril, la festividad  patronal en Contla, la fiesta organizada por un jugador del club de futbol Santos a inicios de mayo, dando como resultado 8 casos positivos, además de las fiestas llamadas covid, la idea es contagiarse para lograr la inmunidad; además tenemos un último acontecimiento, pobladores del municipio Venustiano Carranza, Chiapas, agredieron la presidencia municipal y casas de funcionarios, acusándolos de usar drones para envenenarlos, además de que, aseguran, no existe el Covid-19. Resulta común ver a las personas no observando las medidas sanitarias, no tomando la distancia pertinente, no usar tapabocas, transitar por la calle sin ninguna necesidad específica, pareciera que asumir las indicaciones de las autoridades son sinónimo de debilidad moral y física. Debemos actuar como comunidad para mitigar los efectos de la pandemia y la crisis que se nos avecina, de lo contrario estaremos, como los críticos del gobierno, esperando que se multiplique los muertos para debilitar al gobierno; por otra parte, a costa de lo que sea mostrar ocultando las debilidades y errores evidentes.

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