Se realizan los velorios y ahí la responsabilidad de la gente no es muy clara, señala Ranulfo Rojas Bretón
El coordinador de la Comisión Diocesana Covid-19, Ranulfo Rojas Bretón, señaló que es necesario que la población haga conciencia sobre la compleja situación que ha provocado la pandemia, sobre todo en los funerales, donde la gente no ha respetado la sana distancia.
"Donde sigue el problema, lamentablemente, es en los funerales, se realizan los velorios y ahí la responsabilidad de la gente no es muy clara, no tienen la conciencia o ésta es muy ligera, es ahí es donde necesitamos apuntalar más para que, con toda la pena, pero se respeten las medidas y nos distanciemos, basta un mensaje de solidaridad para hacer sentir nuestra pena a la distancia, pero hay mucha gente que llega a dar el abrazo, el pésame, la ofrenda y eso es muy complicado".
Señaló que en la iglesia católica las medidas de sana distancia se mantienen, "seguimos igual no hay un relajamiento a las indicaciones y medidas, porque el semáforo que nos rige es el de Tlaxcala y está en rojo, mientras las autoridades de salud del estado no modifiquen el estatus, nosotros seguiremos con las medidas, no podemos ser indiferentes al nivel de contagios que existen en el estado".
Rojas Bretón dijo que se deben tener en cuenta los últimos números, pues de sábado a domingo se incrementaron más de 70 contagios, esa es la realidad, hay muchas defunciones por Covid-19 y debemos ser muy responsables", por eso las medidas indicadas son las mismas y no se relajan en nada.
Respecto de las fiestas patronales dijo que siguen claras las medidas y en todo el mes de junio están suspendidas, como las del Sagrado Corazón de Jesús, la fiesta de Corpus Christi y los rosarios "todo está suspendido en estas prácticas religiosas y, obviamente, se ha perdido mucho que las fiestas de bautizos, 15 años o bodas se transfieran a otras fechas".
Mencionó que la mayoría de la gente sí ha transferido sus fiestas a otras hechas, sólo algunos casos no, y en las celebraciones que sí se llevan a cabo, la iglesia ha dejado las medidas de un mínimo de personas.