Solicita albergue de migrantes de Apizaco colaboración de la embajada de Guatemala en México
Para atender diversas problemáticas que enfrentan los migrantes guatemaltecos en su paso por Tlaxcala hacia los Estados Unidos de Norte América, los representantes del albergue de migrantes “La Sagrada Familia´” de Apizaco, solicitaron la colaboración del embajador de Guatemala en México, Mario Adolfo Búcaro Flores.
Este jueves los directivos del albergue sostuvieron un encuentro con el embajador e integrantes de la Red Migrante Guatemalteca representada por Karla Baso, en el marco de una visita que realizó el diplomático a Tlaxcala.
El encuentro tuvo como objetivo acordar acciones para impulsar la protección y atención de la población migrante en tránsito guatemalteca, “particularmente consideramos que la colaboración entre nosotros y las autoridades guatemaltecas en México debe favorecer la protección de la población migrante de este país hermano”, indicó Sergio Luna Cuatlapantzi, director del albergue.
Por lo que propuso al embajador: tener una comunicación fluida y efectiva con las autoridades y funcionarios consulares para asistir a sus connacionales cuando requieran sus documentos de identidad, de nacionalidad de origen, entre otros, los retrasos en este sentido impactan en la seguridad de las personas.
También pidió favorecer prontamente la asistencia consular en caso de personas que requieran acceder a la justicia o defender sus derechos o en las situaciones que requieran dicha protección; agilizar la comunicación entre el albergue, las autoridades mexicanas y guatemaltecas para proteger oportunamente a las personas que se encuentren en condiciones de particular vulnerabilidad o peligro como niños, niñas y adolescentes o mujeres en situaciones de trata o tráfico de personas u otras situaciones de alto riesgo.
Añadió que el albergue está dispuesto a contribuir en las diversas acciones que desde la sociedad civil guatemalteca y sus autoridades implementen para la búsqueda y localización de personas no localizadas o desaparecidas, así como construir y alentar redes regionales de apoyo a la población migrante “como lo estamos estableciendo con la red Migrante Guatemalteca y diversas organizaciones aliadas de este país”.
Sergio Luna señaló que, “cuando el tren de carga arriba a la ciudad de Apizaco, quienes viajan a bordo de él ya han transitado al menos 25 días, recorriendo jornadas continuas de hasta 10 horas a bordo del tren y caminando. Llegan cansadas, con hambre y con problemas de salud. En su paso por el sur ya han enfrentado múltiples riesgos; frecuentemente son víctimas de asaltos, agresiones físicas y sexuales, abusos de autoridad, extorsiones y secuestros; experiencias que atentan contra su integridad y violan sus derechos humanos”.
Dijo que, en sus 10 años de labor, el albergue, con el apoyo de la comunidad mexicana y tlaxcalteca ha brindado ayuda humanitaria, en medio de muchas carencias y dificultades a por lo menos 46 mil 488, personas, cifra que puede ser mucho mayor en un 30% si se consideran las dificultades para poder llevar a cabo el registro de todas las personas que acuden.
Añadió que la gran mayoría de personas que históricamente han atendido provienen de Honduras, pues la población hondureña representó, al menos en 2018 el 86% del total de migrantes que acogieron, aunque el número de la población guatemalteca es significativamente menor a la hondureña, ocupan el segundo lugar en relación a la población que atendemos, “si tomamos como referencia los datos estadísticos de 2018 podemos observar que del 100% de personas atendidas, prácticamente el 7% son personas de nacionalidad guatemalteca”.
El director del albergue agregó que, de octubre de 2010 a agosto de 2020, han acogido a por lo menos 3 mil 485 personas guatemaltecas, históricamente el porcentaje de varones ha oscilado en alrededor del 95%, en tanto que las mujeres representan el 5% guatemaltecos atendidos.
Enlistó algunas problemáticas que aquejan a la población migrante guatemalteca en su paso por México y Tlaxcala y dijo que, si bien no dista mucho del resto de la población migrante en tránsito, sí tiene como agravante la discriminación que esta población sufre por su origen étnico.
Por ello cobra mayor preocupación la violencia que sufren, la cual se manifiesta en hechos como agresiones sexuales contra mujeres, extorsiones y abusos de autoridad, detenciones arbitrarias, hechos de criminalización, mutilaciones de migrantes por caída del tren, niños migrantes en situación de calle y con problemas de adicciones, dificultades para el acceso a la justicia y el respeto al debido proceso.
Esas condiciones de vulnerabilidad se agravan cuando la persona tiene dificultades en el uso del español o incluso no sabe leer ni escribir, condiciones que los coloca en desventaja incluso para poder emplearse en México.