La integración de la actual legislatura por una mayoría de mujeres por primera vez en su historia, no se ha traducido en trabajo palpable de las legisladoras en leyes que mejoren las condiciones actuales y futuras de este sector en Tlaxcala.

15 de 25 curules en Tlaxcala son ocupadas por representantes del género femenino por primera vez en su historia, tras una resolución en 2018 de las autoridades electorales que determinó que las mujeres encabezarían las listas plurinominales de los partidos, hecho que en su momento fue avalado por los mismos dirigentes de los institutos políticos y se consideró un fortalecimiento del régimen democrático con la paridad de hombres y mujeres.

Sin embargo, a año y medio de ejercicio, si bien se han dedicado a pregonar la defensa de los derechos y la necesidad de equidad para este sector, en los hechos esto no se ha ha concretado.

Su trabajo para este sector se reduce prácticamente a la armonización legislativa para fomentar la paridad de género, pero no se trata de un trabajo legislativo exclusivo de las diputadas tlaxcaltecas

De hecho, tras la aprobación de esta armonización para Tlaxcala, las legisladoras han aparecido en distintas ocasiones, pero no para hablar de leyes y reformas que propicien mejoras salariales, defensa de sus derechos en distintos ámbitos e impulsar la demandada alerta de género, su presencia ha sido para atender y luchar por sus propios intereses políticos y los espacios que pretender allegarse en el proceso electoral de 2021, donde varias de ellas buscan llegar a las presidencias municipales, tal es el caso de Luz Vera en Calpulalpan, Michaelle Brito en Tlaxco y Mayra Vázquez en Yauhquemehcan.

La mayoría de las diputadas tiene la oportunidad de aprovechar su mayoría en el congreso para proponer leyes y puntos de acuerdo que den garantías de bienestar y seguridad social a las mujeres, ya que sólo así se evitarán abusos y no enfrascarse a promover su imagen.