Columna Desde la Sociología por Rogelio Zárate López
En esta ocasión Rogelio Zárate, estudiante de segundo semestre de sociología, nos muestra la forma en que percibe la emergencia sanitaria, pero también cómo la vive en su entorno laboral, académico y familiar.
La pandemia del SARS-CoV-2 ha afectado a todo el mundo, dejando a su paso millones de personas infectadas y miles de fallecidas, esta crisis presenta un reto para las personas de cada país, además afectaciones en distintos ámbitos; por otra parte, nos pone a reflexionar en nuestras acciones como individuos, sociedad y la relación inquebrantable con el medio ambiente que tienen cada una de ellas.
En el presente ensayo haré un análisis y reflexión sobre las situaciones que se ha generado en el mundo, México, en el estado de Tlaxcala, mi familia y de mí entorno, desde mi realidad, en suma una reflexión que es necesario externar.
Durante el trascurso de la pandemia me percaté que había una falta de conciencia de las personas sobre las medidas de prevención de la enfermedad Covid19. Esto lo atribuyo a tres razones principales: Ignorancia, desigualdad e indolencia. La falta de información o la falta de veracidad sobre la enfermedad fue algo que se escuchaba todo los días, por eso era recurrente que la personas se dejan guiar por los que le decían sus conocidos e incluso, por las noticias falsas y teorías conspirativas que tenían como función que pensaran sus ideas como correctas, a pesar de que la información que recibían no carecía de sustento científico; la desigualdad no permitía que las personas se resguardaran en su casas, ya que se veían en la necesidad de trabajar porque formaban parte del sector laboral informal; y, la indolencia se deriva de la cultura del mexicano, ya que parecían despreocupados de una crisis como esta. Todo esto generaba algunos prejuicios entre las personas.
En el sector empresarial fue muy común escucharles que estaban más preocupados por la crisis económica que vendría durante y después de la pandemia, que por la salud de todas las personas y sus trabajadores, esto me parece poco solidario, ya que todos dependemos unos de otros y no se puede poner por encima la parte económica que la salud de los demás. Durante el mes de mayo y junio escuche a empresarios y trabajadores, entrarían a trabajar pero que las medidas y equipos con lo que iniciarían actividades eran insuficientes y sumado a esto rebajarían a 50% de su capacidad, además los trabajadores recibirían, en muchos casos, la mitad de su sueldo. Haciendo una reflexión me estuve preguntando si los trabajadores eran vistos como herramientas que se podrían desechar.
En el trascurso de las semanas anteriores se hizo notoria la escasez de alimentos de lo que se considera “canasta básica” o un alto precio de éstos, ello generó un problema ya que algunas personas no tenían trabajo y otras no ganaban lo suficiente como para pagar el precio de algunos productos. De manera personal me explicaban 2 situaciones de crisis que vivían dos familias, ya que esta situación sanitaria derivó en que las personas llevaban el sustento de ambas familias y fueron despedidos, pero de buena voluntad amigos y familiares de ellos se unieran para ayudarlos a superar esta situación.
Algunas personas que necesitan medicinas o están en el medio de la salud se vieron afectadas ya que existe una escasez de medicamentos o un alto precio, además del alto costo de los cubre bocas, gel antibacterial, entre otros, incluso de mala calidad.
Ahora bien, en mi caso, como asistente de dentista, vi cómo las medidas de seguridad e higiene se incrementaron, también se incrementó mi preocupación por contagiarme del virus, un estornudo me podía contagiar, en algunos casos llegaban pacientes de emergencia y mi jornada laboral eran de12 horas o un poco más.
Por otra parte, algunos de mis familiares no le dan tanta importancia a la situación o la minimizaban, esto generaba un conflicto constante, ya que yo era insistente en que siguieran las medidas de higiene.
En lo académico he sido algo indolente, ya que no hice lo suficiente, ya que enfrentar los problemas, también mi laptop se descompuso y el internet era intermitente.
Considero que me gusta poder expresar afecto por medio de contacto físico, pero esta crisis evita que lo haga, lo cual me agrada, esta crisis mostró y acentuó los defectos que por años no he podido solucionar.