Ante la serie de quejas presentadas por sus escándalos y acusaciones de fraudes en Puebla y Tlaxcala
De oficinas centrales de Palacio Nacional, donde despacha Andrés Manuel López Obrador, el diputado local José María Méndez Salgado, mejor conocido como Chema, fue llamado a rendir cuentas de su actuar irregular por las múltiples acusaciones que enfrenta y fue bajado de la candidatura a la alcaldía de Huamantla a la que aspiraba.
No lo diga en voz alta pero en dicha reunión se diría que su desempeño como diputado ha sido negativo y su actuar ha provocado mala imagen del Partido Morena al que representa, situación que no es para nada bien vista desde las altas esferas del poder.
Y es que el diputado junto con su esposa María Rosario Cabrera Hidalgo han sido acusados ante la justicia y enfrentan demandas y ella hasta orden de aprensión tiene y por cual se amparó para no ser detenida por la acusación de fraudes en Puebla y Tlaxcala.
Las quejas y denuncias en contra del diputado y en consecuencia las solicitudes de los afectados para que se proceda legalmente, no han procedido por el fuero del que goza y le habrían permitido evadir a la justicia.
Ante la serie de quejas presentadas por sus escándalos y acusaciones de fraudes en Puebla y Tlaxcala, el diputado Chema fue mandado a llamar para que rindiera cuentas de sus ilegalidades.
En el encuentro le pidieron que a como diera lugar, pague a los defraudados y se olvidara de toda posibilidad de ser candidato de Morena a ningún puesto de elección popular, siendo esta la razón por la cual no será candidato y no por decisión propia como intentó hacer creer en su momento.
Con ello, se frustró el sueño del diputado de convertirse en el abanderado de Morena a la presidencia municipal de Huamantla, cargo al que aspiraba y por el cual se dice que ocupó su posición como presidente de la Comisión de Juicios Políticos en el Congreso, para tratar de beneficiar su imagen.