La sombra de la división se asoma en Morena.

Trascendió que ante la encuesta para definir al candidato a la gubernatura los ánimos están encendidos y la lucha intestina se ha recrudecido, lo que pondría al partido en una situación complicada.

A pesar de que muchos ya ven las cosas prácticamente definidas, los que están dentro señalan que los grupos que no están de acuerdo con la designación de Lorena Cuéllar como candidata al gobierno estatal han dejado ver que pueden complicar la ventaja que hasta ahora tiene el partido, previo a la elección  de 2021.

Y es que es un secreto a voces que hay militantes que no ven en ella a quien represente los ideales del partido y no lo diga en voz alta, pero hay quienes han dicho con todas sus letras que a pesar de su filiación podrían dejarla sola en la contienda si es que ella es designada como abanderada.

Aunado al hecho de que las otras aspirantes como Ana Lilia Rivera y Dulce Silva no bajan los brazos y han redoblado sus esfuerzos para ganar terreno, han entablado alianzas de última hora y buscarán hasta el último momento jugar sus cartas y esto no se acaba hasta que se terminen de contar los votos.

La presencia que mantiene actualmente Morena le da una ventaja sobre el resto de los partidos que trabajan una mega alianza para hacerle frente, pero el verdadero peligro parecer estar en casa.

En Tlaxcala existen antecedentes de los alcances de una división partidaria, sino lo creen pregúntenle al PRI que sufrió dos dolorosas derrotas a partir de la ruptura tras la designación de su candidato.

Las condiciones no son las mismas, pero el riesgo es real, sobre todo porque en política no hay nada escrito.

¡Al tiempo!