La última semana ha cambiado la jugada al interior de Morena, que ha visto llegar en la empresaria Dulce Silva, a una nueva y seria aspirante a la carrera por la gubernatura.

Este cambio ha sido un dolor de cabeza para la delegada de Bienestar, Lorena Cuéllar Cisneros, quien prácticamente sentía segura la nominación y hasta recibió el espaldarazo del senador Ricardo Monreal.

Aunque se ha ocupado de operar con sus aliados la idea de que esta postulación no prosperará y se trata de una jugada política, lo cierto es que la empresaria huamantleca representa un serio dolor de cabeza para Lorena.

Y es que Dulce Silva tiene lo que a ella le falta: el arraigo y simpatía de los morenistas que ven en ella a una militante comprometida con el partido y no una arribista que ha cambiado de color cada que la situación lo amerite.

Un elemento más a su favor, es que el peso que ha tenido Morena históricamente en Tlaxcala, lo pone en ventaja sobre el resto de los partidos políticos al inicio del proceso electoral y como lo han mostrado las encuestas, las solas siglas representan un empuje importante para quien sea designado abanderado.

Bajo esa perspectiva, es innegable que Dulce Silva tiene a su favor la cercanía que le da el aura de morenista de cepa y con ello la posibilidad de aglutinar a quienes se han inconformado por acciones de la delegada de Bienestar, quien ha sido cuestionada en su quehacer como funcionaria, además de tener un perfil refrescante para el electorado que está cansado de las mismas figuras de la clase política tradicional dominada por unas cuantas familias en Tlaxcala.

No hay que olvidar que este hartazgo de la clase política tradicional llevó a que en la elección pasada el electorado buscara en Morena una opción distinta.

No lo diga en voz alta, pero los que están cerca aseguran que Lorena se ha ocupado en tratar de que las aspiraciones de Dulce Silva no sean vistas como reales entre los tlaxcaltecas, pues le preocupa que el camino que veía prácticamente allanado, ahora se le llene de espinas.

Por ello, se ha empezado a utilizar el argumento que será utilizado por sus detractores a lo largo de las siguientes semanas para desgastar la, su encarcelamiento en Puebla por un pleito de bienes raíces.

Las relaciones de Dulce Silva sin duda son muchas y más trascendentes que las de Lorena en este momento y podrían ser algo definitivo.

Así lo demostró en su reunión en Calpulalpan con la cúpula empresarial y el foro que hizo recientemente con el dirigente de Morena y empresarios de todo el país, lo que pudiera redundar en beneficios para Tlaxcala y lo pondría en el mapa empresarial.

Sin duda la semana pasada Dulce Silva dejó a más de uno con un sabor amargo.

Al tiempo.