El tribunal alega que el joven carecía de protección al morir en territorio extranjero
Los padres de un adolescente mexicano de 15 años tiroteado por la Guardia Fronteriza de Estados Unidos no podrán demandar al agente que mató a su hijo, según ha decidido este martes el Tribunal Supremo en Washington. La misma frontera que atravesaron los disparos del agente es la que impide a los padres de la víctima buscar justicia.
Un Supremo dividido ha decidido, por cinco votos a cuatro, que Sergio Hernández Guereca carecía de la protección constitucional contra el uso excesivo de la fuerza, porque estaba en México. Si hubiera estado al otro lado, en Texas, junto al agente Jesús Mesa que le disparó, sus padres podrían haberle denunciado.
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