Hizo un llamado, respetuoso, al Congreso local y autoridades estatales para que sea firmado el convenio tripartita
En lo que fue su informe de actividades anual, el rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), Luis Armando González Placencia, destacó que con poco la institución ha logrado grandes avances, pero señaló que es una de las dos casas de estudios de nivel superior en el país con los peores salarios y que hay insuficiencia presupuestal.
Ante la estructura universitaria, rectores invitados de varias universidades autónomas del país, autoridades estatales, como el secretario de educación, Florentino Domínguez, legisladores locales y federales, entre otros, el rector rindió cuentas del periodo marzo 2019 a febrero de 2020.
Ahí, fue enfático al señalar que “no soy sordo ni ciego ante as manifestaciones de estudiantes que acusan acoso sexual por parte de profesores”, por lo que digo que ese tema es una de sus prioridades.
“Nuestra comunidad ha vivido una intensa actividad académica a lo largo del año que reportamos, el período que cubre este informe dio comienzo en un contexto de incertidumbre, que muy poco a poco, ha ido dejando atrás los fantasmas de amenaza a la autonomía de las universidades públicas y de reducciones a sus presupuestos”, señaló.
No obstante, añadió, ha habido un llamado al mejor aprovechamiento de los recursos, “hace un año en esta fecha y en este mismo recinto anuncié la inminente aprobación de nuestro plan de austeridad y hoy es norma vigente en nuestra institución, gracias a ellos se enfrentaron los problemas de compromisos salariales y por primera vez en historia de la universidad otorgamos a los académicos un estímulo en reconocimiento a la fidelidad a la institución, a pesar de que seguimos siendo una de las dos universidades con peores salarios del país.
El rector consideró que, a pesar de esas situaciones, una salud financiera en la UAT “y me sumo a los rectores que enfrentan problemas presupuestales”. Destacó que en un año creció la matrícula de ingreso en el período 2019-2020, “no un 4% como lo fijó la SEP como meta, sino 9% lo que supera esa meta en un 125% y seguimos comprometidos con mantener el ritmo en este año”.
Agregó que la universidad realiza esfuerzos para ser más con lo que tiene, “pero hoy los retos se presentan cada vez más exigentes… hago un llamado respetuoso, pero firme al Congreso del estado de Tlaxcala, para revisar la asignación de fondos del convenio tripartita que cada año firmamos con desventaja para la universidad y busquemos una solución para que sea 50-50 entre los fondos que aporta Tlaxcala y la federación”.
“En este mismo sentido aprovecho la presencia del secretario de educación, Florentino Domínguez, para que interceda a favor de la universidad ante el gobernador, para que juntos superemos, de una vez por todas, los fantasmas que, a pesar de nuestra buena relación personal, nublan el vínculo entre el gobierno y la universidad, necesitamos el apoyo del Estado, porque esta universidad es uno de los principales pilares de desarrollo”, asentó.
Refirió que en la UAT, “nuestras cuotas, de las que no hemos podido independizarnos, permanecen sin aumento desde 2013, lo que significa que en estos años la universidad ha subsidiado a las familias de seis generaciones de nuestras y nuestros estudiantes con cantidad superior a los 158 millones de pesos, cantidad que ha dejado de ingresar a la universidad, porque las cosas no se han cumplimentado, hoy un alumno paga lo mismo que pagaba en 2013 y todo esto genera un déficit importante que se está pagando con los salarios de nuestros profesores y con las carencias para el uso de ese dinero en situaciones que son necesarias para la propia universidad”.
Destacó que, para apoyar la economía de las familias a las becas otorgadas por los gobiernos federal y estatal, que este año fue por 44 millones de pesos, la UAT añadió becas que apoyan la igualdad sustantiva y de género destinadas a que no haya brechas de género ni sociales, por un monto de 22 millones de pesos.
“Estamos encerrados en un círculo solidario, pero no por ello virtuoso, hay que romper ese círculo y lograr que la gratuidad de la educación sea una realidad, pues algo similar sucede con infraestructura que no puede cubrirse con gasto corriente y presupuestos federales, requerimos financiamientos que nos permiten concluir obras antes de que se deterioren las instalaciones e iniciar nuevas en beneficio de los estudiantes”, comentó.
Advirtió que los fondos siguen siendo insuficientes dadas las carencias que tiene la universidad, que no sólo requiere equipamiento si no quiere inversión en conectividad e infraestructura física y virtual.
Destacó que ya hay 20 casas de autorrealización, que la universidad ha iniciado un proceso de consolidación como una escuela solidaria, “más allá de los números y con la firme convicción de que la universidad pública no puede ser sólo un espacio que facilite el desarrollo profesional individual hemos fomentado trabajo colectivo y transdisciplinario dirigido a la solución de problemáticas con dimensión social de impacto regional y nacional”.
Hace unos días fue autorizado el proyecto ante conocido para crear el primer jardín Etnobotánico de la región que participan áreas de ciencias biológicas y de arquitectura este esquema de trabajo nos ha llevado a trascender el trabajo universitario hacia formas de colaboración interinstitucional, entre otras cosas.