En medio del pleito interno por espacios, sólo quedó evidenciado la ambición de sus dirigentes
Tras evidenciar el conflicto interno que ya sostenían por los cargos en Tlaxcala, los dirigentes se quedaron vestidos y alborotados, después de que el Instituto Nacional Electoral (INE), negó el registro como partido político nacional.
Y es que la semana pasada quedó al descubierto el pleito interno dentro de la organización que esperaba su registro.
Y es que confiados en obtener el registro como partido a nivel nacional, en Tlaxcala se hicieron patentes las traiciones y la ambición que quienes ya se habían repartido el pastel, con lo cual se evidenció que la ambición guiaba los pasos de los dirigentes locales.
Y es que la semana pasada la Coordinación de Maestros por México rompió públicamente su relación con la dirigencia estatal de la organización Redes Sociales Progresistas (RSP), que recaía en Gabriel Becerril Ramírez como comisionado estatal y César Pérez Vázquez como coordinador de los trabajos electorales, quienes los relegaron y los dejaron fuera de su toma de protesta.
Juan Arturo Hernández Hernández, coordinador en la capital y el coordinador en Tlaxcala Miguel Ángel Islas Chío se quejaron públicamente de ser relegados, a pesar de ser impulsor la creación de Redes Sociales Progresistas.