Joel Molina, dejó ver sus cartas y eso podría restarle puntos con algunos seguidores de Morena
Dicen los que saben que el viejo lobo de mar, adjetivo que le ha sido asignado a Joel Molina, dejó ver sus cartas y eso podría restarle puntos con algunos seguidores de Morena.
Si no soy yo, tampoco llegarás tú, será su filosofía contra Lorena Cuéllar, su compañera de años de lucha por espacios en el mapa político en el partido que los vio nacer y donde anidaron, ya que ambos provienen del tricolor.
Con formación política en los principios filosóficos del PRI, tanto la hoy delegada de Bienestar Lorena Cuéllar, como el senador suplente Joel Molina, son polos iguales y se repelen.
Sin duda tiene tanto en común que eso los hace enfrentarse.
Tal vez sin querer, reveló parte de su estrategia en una entrevista que dio a varios medios al salir de la reunión con el gobernador Marco Mena, el pasado viernes.
Ahí, casualmente, Joel Molina mostró dotes adivinatorias y reveló veladamente que habría manifestaciones en contra de funcionarios federales que no están haciendo bien su trabajo y que están supuestamente haciendo mal uso de los programas sociales del gobierno federal, al utilizarlos para promocionarse de cara a las elecciones del próximo año.
Para muchos en el círculo del poder, todo apunta a que el senador ni tardo ni perezoso estaría atrás del grupo de inconformes que se hizo presente durante la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tlaxcala, para acusar y exhibir a Cuéllar Cisneros de corrupta, abusiva e insensible al despedir, amenazar a ex trabajadores y hacer uso de los recursos federales para promover su candidatura a la gubernatura.
Y aunque fue un grupo reducido, lograron el cometido de evidenciar ante el presidente y líder moral de Morena, la animadversión que hay en contra de Lorena Cuéllar como representante del gobierno federal en Tlaxcala.