Desde la Sociología columna por Luis Pérez Cruz
La semana pasada señalamos la necesidad de repensar la identidad, sobre todo en este momento de crisis, donde las cifras de infectados y muertos por el covid-19 aumenta en muchas partes de manera alarmante, además de aumentar la desconfianza hacia dos cosas: las cifras que cada vez se cuestionan más y la necesidad imperiosa de encontrar una vacuna; planteamos que el miedo a lo desconocido y a la incertidumbre provoca replanteamientos de esquemas establecidos y precisa cuestionarnos sobre el status, sobre patrones de conducta establecidos.
Un poco para contextualizar lo que sigue, recuperamos la siguiente idea de José Ángel Vera y Jesús E. Valenzuela, quienes aseveran: “Al reflexionar sobre quiénes somos, la imaginación psicológica nos remonta hasta esa dimensión en la que nos enfrentamos a nosotros mismos, nuestro Yo, un sustrato biológico, familiar, educativo y social, que llegamos a experimentar fenomenológicamente como una parte de nosotros mismos, como nuestra marca indeleble a través de momentos y circunstancias, y que trasciende nuestros pensamientos y sentimientos.”
Con esta idea me permito recuperar un comentario que me hicieron llegar y considero necesario podamos reflexionar, ya que parece insistente la reflexión en momentos de crisis vivida por las sociedades, en efecto el Himno Nacional Mexicano fue pensado en un momento muy complejo, parecería que el país no tenía rumbo, la confrontación entre liberales y conservadores no tenía fin y, la posibilidad de una invasión extranjera cada vez se veía más cerca, ya que la disputa comercial entre las potencias europeas adquiría nuevas formas y el ascenso de las ambiciones norteamericanas se sentían más cerca.
Por otra parte, también me hicieron llegar lo siguiente: “Alguna vez estando en un operativo en Nautla, Veracruz, nos trasladamos de Laguna Verde a Nautla, aproximadamente 80 elementos, ello entre una y dos de la madrugada, a tratar de enfrentarnos con gente de la delincuencia organizada; por información de inteligencia allí descendía a media noche una avioneta, para tirar desde el aire cargamento de droga; de camino al lugar, sinceramente tenía miedo, los demás compañeros de infantería de Marina venían cantando y de alguna manera me infundió valor, entre la adrenalina y los compañeros mi miedo fue desapareciendo paulatinamente, esa ocasión afortunadamente no encontramos nada, pero el miedo que sentía se volvió valor, creo que todos los que íbamos estábamos decididos a darlo todo.”
“Estoy por cumplir 20 años de servicio, me han sucedido muchas cosas, chuscas, tristes, estresante, de todo un poco, no me arrepiento de haber ingresado, creo que fue lo mejor que pude hacer, enrolarme en la Armada de México; no creo hacerme millonario aquí, pero valió la pena…”
La problematización sobre la identidad en estos tiempos precisa transitar por las experiencias, las vivencias y la complejidad a la que nos enfrentamos, resulta indudable que las sociedades van a cambiar rápidamente, la cuestión será es saber hacia dónde y construir las condiciones para hacerlo, reforzando los elementos que nos proporciones formas de convivencia adecuadas, cómo convivir sin estarnos matando.