Se observan coincidencias entre Marco Mena y Andrés Manuel López Obrador en cuanto a ciertas formas de gobernar, natural o forzado por ambos lados, pero en  fin políticos son.

 

El cambio de postura del gobernador tlaxcalteca Marco Mena, le ha dado buenos dividendos, bien reza el dicho "Si no puedes con el enemigo... únete"

Y es lo que ha sucedido, hecho que le ha permitido, si bien no convertirse en el favorito, si a ser bien visto y aceptado por el presidente Obrador, quien le ha aplaudido su forma de gobernar.

Se ha dicho que la candidata de López Obrador es la delegada de Bienestar Lorena Cuéllar Cisneros, sin embargo, no hay un medicamento ingerido por  la señora que  garantice su triunfo. 

A más de un año de la elección nada está decretado y Lorena no puede cantar victoria aún, como ya lo han demostrado sus intentos fallidos de llegar a la silla grande del poder en el estado.

 Más aún cuando su operación política se ha basado en actos de "gorra" y el doble lenguaje, eso en los últimos días ha puesto a pensar a varios acarreadores electorales.

La estrecha relación entre el gobernador Marco Mena y el presidente sólo tiene de dos, para bien o para mal Tlaxcala es un laboratorio político.

¿Candidatura impuesta por AMLO u oposición negociada?

No suena descabellado que Marco Mena se sume al candidato de Morena con cualesquiera de los que se han mencionado: Ana Lilia Rivera, Joel Molina o un tercero en discordia.

Si resultara ser Lorena Cuéllar quedaría en familia, pues su hermana esta casada con el hermano del gobernador, si lo anterior no resultara cierto, Marco Mena pondría un candidato a modo que obedeciera a intereses de AMLO y  saldría bien librado de las acciones de su gobierno.

En la más reciente visita del presidente López Obrador a Tlaxcala se notó el coqueteo político de ambos personajes.

¡Al tiempo!