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Miércoles 04:18 pm, 05 Ago 2020.

La educación a través de medios electrónicos por J.A. Javier González Corona

Columna por J.A. Javier González Corona

J.A. Javier González Corona | agendatlaxcala | 1974 lecturas | 0 comentarios

La educación a través de medios electrónicos por J.A. Javier González Corona

A los pocos días de llegar el Covid-19 a México (fines de febrero), se tuvieron que suspender las clases presenciales en todos los niveles educativos y continuar las clases por línea con el fin de terminar el ciclo escolar y así impedir que los alumnos perdieran su grado escolar, además, evitar contagios entre los educandos, docentes, personal directivo, administrativo e intendencia que laboran en el sistema educativo. A gran parte de docentes los tomó desprevenidos, pero cumplieron. Para otros más, los menos, fueron vacaciones con resultados de contagio.

Las autoridades de salud con el fin de controlar, más no de solucionar la pandemia, pues no existe vacuna que elimine al virus SARS-CoV-2, crearon el semáforo de riesgo epidemiológico. Mismo que está conformado por cuatro colores que indican la forma en que se puede ir recuperando las actividades económicas y educativas e ir a una “nueva normalidad”: rojo, confinamiento total, salir de la casa salvo si es estrictamente necesario; naranja, reinicio de las actividades económicas esenciales; amarillo, se reactivan todas las actividades laborales; verde, se permiten todas las actividades incluidas las escolares.

En Tlaxcala hace pocos días se cambió de color rojo a naranja, con la advertencia por parte de las autoridades de salud, de poder regresar a rojo si el aumento de enfermos y muertes se acrecentaba. Desgraciadamente, la información más reciente nos indica la posibilidad de regresar al rojo o por lo menos mantenernos en naranja. De los 32 estados del país, el mayor número de ellos se encuentran bajo las mismas condiciones, sino es que todos.

Sin embargo, el proceso educativo y económico no pueden parar, sobre todo en una sociedad tan politizada como el nuestro; si el gobierno detiene las actividades totalmente, es malo; pero, si se reactivan, también. De esta manera, lo tienen que hacer con “pincitas”. Bajo esas características escuchamos al Secretario de Educación Pública Miguel Moctezuma Barragán, anunciar el inicio del ciclo escolar 2020-2021 para el día 24 de agosto a través de medios electrónicos.

Desgraciadamente, existen un sinnúmero de inconvenientes para lograr resultados favorables al 100% como el directivo lo pretende: Primero, falta de computadoras y/o televisores en los hogares, principalmente en la región rural. Segundo, una economía devastada por la propia pandemia: la compra de una computadora o tv les es imposible. Tercero, el estrés que están viviendo las familias es extremo debido a varios aspectos: pérdida de trabajo; enfermedades, entre ellas la del propio Covid-19; muertes originadas por la pandemia y por otras causas; el acrecentado miedo al contagio; excesivo tiempo de confinamiento; condiciones inadecuadas de su vivienda; etc. Cuarto, falta de una cultura autodidacta.

El día 29 de julio del presente año, el dirigente nacional del SNTE Alfonso Cepeda Salas entregó al Secretario de Educación Pública Miguel Moctezuma Barragán un documento con 10 propuestas para alcanzar las metas del sistema educativo, ante la eventual prolongación del aprendizaje a distancia. Entre sus propuestas a mi parecer destacan las siguientes: dotar de computadoras a maestros y alumnos; capacitación a maestros y alumnos en el manejo de las tecnologías de la información (TIC); el pago de internet a los docentes; favorecer el uso de las TIC, plataformas virtuales, redes sociales e internet; potenciar el uso de las tecnologías, reconociendo que el maestro es insustituible; garantizar el derecho humano a la salud, seguridad social, salarios, certeza laboral, pensión y vivienda digna de los trabajadores de la educación, en especial a quienes sufren alguna enfermedad subyacente a los riesgos de contagio o son adultos mayores; voluntad de coadyubar en la construcción de un futuro de certidumbre, oportunidades, progreso y bienestar para el pueblo de México.

Algunas propuestas considero muy importantes, denotan preocupación por sus agremiados, pero, en otras, percibo cierta demagogia discursiva. Desgraciadamente la educación en línea es similar a lo que está viviendo el área de la salud; no existe la infraestructura necesaria para atender como debiera ser o como las instituciones quisieran otorgar. La inversión en ambos sectores se quedó inmóvil por muchos años ¿falta de presión por parte de las organizaciones sindicales? o ¿por los fraudes millonarios de los cuales nos están informando en las últimas fechas?

Esa falta de inversión por años, se refleja en estos momentos, tanto así que el gobierno federal tuvo que haber firmado un convenio de colaboración con empresas televisoras particulares para trasmitir las clases hasta el mes de diciembre. Ojalá no represente esta participación de Televisa, Azteca, Milenio e Imagen, en un compromiso que en lo futuro el gobierno se arrepienta y los ciudadanos tengamos que pagar. Recordemos que estas empresas difícilmente dan “paso sin guarache”.

Ahora bien, si la participación de las televisoras privadas y públicas como se vio y escuchó por “la mañanera” el día lunes 2 de agosto, es seria y bien organizada, tendrá resultados positivos. Esto lo digo por los resultados favorables que dio la educación por medios electrónicos en varios países posterior a la segunda guerra mundial, tanto en Europa, como en Asía. En México actualmente tal vez no estamos tan desbastados porque no tuvimos o tenemos una guerra, pero si, una pandemia que nos está afectando severamente a nuestra salud, economía, vida social y educación.

Al subsistema de telesecundarias y en los últimos años el telebachillerato, no se le ha dado la importancia y reconocimiento que merece, ya que, desde sus inicios en el año de 1968, por cierto, en Tlaxcala como estado piloto a nivel nacional (véase La telesecundaria en Tlaxcala un breve recorrido histórico. Gob. Del Estado de Tlaxcal, SEP. 2018, México), ha sido un subsistema educativo que ha dado resultados favorables en el aprendizaje de los alumnos. En esta ocasión, se utilizará seguramente la metodología de telesecundaria, con la diferencia de que los alumnos recibirán las clases por televisión en sus casas y no en una teleaula, como se le llamó originalmente en el inicio del subsistema.

No puedo adelantar resultados del proyecto educativo que se inicia el 24 de agosto, principalmente por lo que señalé en alguno de los párrafos anteriores, pero lo que sí puedo afirmar, es que desde 1968 las trasmisiones escolares a través de la televisión en el subsistema de telesecundarias a la fecha, han ido perfeccionando sus contenidos, edición y todos los elementos que conforman una clase-didáctica adecuada. Por tal motivo, considero que en ese aspecto no habrá ningún problema, más, si lo harán pensando en una población escolar aproximada de treinta millones de estudiantes, ese trabajo tendrá que ser casi perfecto. Estoy seguro que la metodología por utilizar, facilitará el trabajo académico a los docentes, incluso desconociendo la modalidad, sin embargo, el acompañamiento y asesoría de los docentes será determinante, su presencia es insustituible. Los docentes que laboran en telesecundarias o telebachillerato estarán como peces en el agua.

El proyecto de transmitir los programas educativos a través de medios electrónicos, debemos entenderlo como una estrategia del gobierno para darle continuidad al proceso educativo ante la pandemia; por lo tanto, no queramos obtener grandes logros educativos, sobre todo, cuando no se crearon durante varios sexenios gubernamentales las condiciones necesarias en lo económico, político, social y de manera específica en las áreas de salud y educativas para hacerle frente a cualquier situación inesperada y compleja, en este caso el Covid-19.

Al final de cuentas, en estos momentos ¿Qué es más importante, la educación o la vida? Usted que opina.