No es ningún secreto que la educación en México se encontraba, desde antes que se decretara la emergencia sanitaria, en condiciones lamentables, así lo demuestra una serie de conclusiones a las que llega la UNICEF, que revelan una diversidad de problemas que se consideraban urgentes de atender. La llegada del nuevo gobierno no significó la realización de un diagnóstico y menos la atención inmediata.

La UNICEF consideraba hacia 2017 lo siguiente: Las habilidades y conocimientos en lenguaje, comunicación y matemáticas son clave para que las niñas, niños y adolescentes puedan adquirir nuevos aprendizajes y su uso persiste durante el resto de su vida, con impacto en los empleos que obtienen, en la comprensión de información nueva y en que puedan reconocer y hacer valer el resto de sus derechos. Además, el bajo desempeño escolar, tiene entre sus consecuencias más graves, el que niños y adolescentes abandonen la escuela.

Las conclusiones se describen así: Según las pruebas realizadas en 2017 dentro del marco del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes^*, de la Secretaría de Educación Pública, 7 de cada 10 estudiantes de 3° de secundaria tienen dificultades en lenguaje y comunicación, interpretando información y analizando los argumentos presentes en textos escritos. Por su parte, casi 9 de cada 10 estudiantes obtuvieron resultados por debajo de los satisfactorios en matemáticas, lo que implica que tienen dificultades para utilizar fracciones o ecuaciones para resolver problemas. Las escuelas comunitarias, que se ubican en los lugares más remotos y suelen presentar altos grados de marginación, fueron las que mostraron un nivel más bajo de dominio de los contenidos de los programas. El promedio nacional de estudiantes con un dominio insuficiente de lenguaje y comunicación fue de 3 de cada 10 adolescentes, y en matemáticas, fue de 6 de cada 10 estudiantes con aprovechamiento insuficiente.

Para darnos una idea de las condiciones de la educación, en términos del grado de escolaridad que ocupa México, hacia la segunda parte de la década pasada, es de 8.6, ocupando el lugar 99 a nivel mundial. Por otra parte, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico señala que el 62% de los jóvenes de 16 se encuentran inscritos básicamente en la educación media superior, mientras que al cumplir los 20 años se matriculan el 30%, cabe aclarar que el 6% en educación media y el 24% en educación superior.

Ante este panorama, la llegada del covid-19 modifica el contexto y paulatinamente se comienza a reflexionarse sobre la educación en estos tiempos, además de surgir nuevos problemas y acentuar otros, para el extinto Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE) la educación se concentra en los planteles públicos (88.6%) y tiene los siguientes problemas a resolver de manera inmediata: acceso, deserción, inequidad y calidad; problemas que necesariamente se relacionan con las condiciones socio económicas que vive el país, lo cual complica más la forma de enfrentar dichos problemas.

Decimos lo anterior de acuerdo a lo que sucede recientemente, circula una carta de una docente que pide a la SEP cancelar el ciclo escolar porque se siente imposibilitada para continuar con los problemas que se le presentan, entre otros están los siguientes mensajes que recibe:

1. Maestra me voy a quedar sin datos, cuando pueda poner una recarga le mando la tarea
2. Maestra fui hacer unos trabajitos y con lo que gané puse una recarga, por eso no había podido contestar
3. Maestra trabajo hasta tarde, disculpe la hora, pero acabo de terminar

Los casos se multiplican, también tenemos el caso de una docente de la Universidad Juárez del estado de Durango, quien después de gritar y faltar al respeto a los estudiantes se disculpa.

Estamos seguros que van a agudizarse problemas relacionados con las condiciones de los estudiantes, pero también saldrán muchos otros, por ejemplo, nuestro comportamiento frente a los estudiantes, que ahora será público; tendremos que analizar una diversidad de fenómenos que se presentarán en la llamada “educación a distancia”. Solo presentamos dos casos, pero qué más hay en el sistema educativo nacional.