Desde la Sociología por Luis Pérez Cruz
Hace un par de semanas nos enteramos del cierre de la carrera de sociología en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), ello no es nuevo e incluso a las disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades se les ha calificado poco productivas e innecesarias en las sociedades actuales, mucho tienen que ver con el desarrollo tecnológico y la idea que hemos construido de la productividad.
Ante este acontecimiento ya se pronunció el Colegio Mexicano de Sociología (COLMES), externando su solidaridad con estudiantes y docentes de la carrera de sociología, señalando el procedimiento arbitrario “con el argumento falaz de que la disciplina sociológica no está de moda, pretendiendo ocultar su animadversión hacia las ciencias sociales”, agregando que se suman a la denuncia, ya iniciada por estudiantes y docentes de la UAS, solicitando a las autoridades educativas intervengan para la pronta solución de esta medida arbitraria, que no solo afecta laboralmente a los catedráticos, sino también corta las aspiraciones de superación de los estudiantes. Esta postura es importante y requerimos el poder trabajar de manera constante para destacar la pertinencia y dar a conocer que la disciplina sociológica es importante para comprender la sociedad en la que vivimos.
Ahora bien, se manifiesta “que estudiantes y trabajadores del programa de Licenciatura en Sociología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), denuncian públicamente que la dirección de dicha Facultad, encabezada por Guillermina del Carmen Verdugo Zavala, les anunció de manera repentina que la carrera será eliminada.”
Habría que tomar en cuenta que desde el hace tiempo se agudizan los problemas en la UAS, donde existe una clara disputa por la Universidad, incluso se manifiesta que “ya desde la década de los ochenta se escuchaban voces de la necesidad de un cambio educativo, pero a partir de una perspectiva crítica de confrontación con el gobierno y defensa a ultranza de la autonomía. Sin embargo, la crisis financiera y política de la universidad la obligaron a asumir posiciones menos radicales y orientar sus esfuerzos en busca de la mejora de la calidad y aumento de la competitividad, en un proceso no desprovisto de críticas, disputas y conflictos. En una publicación se acusa que, como ya señalamos, un grupo se apoderó de dicha universidad, quienes se aglutinan en un partido político local.
Con lo anterior, destacamos que es importante conocer el contexto del problema, ello sin juicios a priori precisamos advertir la necesidad de hacer una defensa de las ciencias sociales y las humanidades, ya que no es la primera vez la manifestación de menosprecio por el trabajo desarrollado quienes nos dedicamos a los temas sociales. Básicamente se puntualizan dos cosas de maneras anodina: la primera se refiere a su nula productividad; en segundo lugar, se plantea, con una profunda pobreza intelectual en el medio universitario, del poco interés y baja matrícula de dichas carreras.
Finalmente, quisiera manifestar que los pronunciamientos en favor de la Sociología son en todo momento, no solamente cuando surgen problemas como la pretensión de anular una carrera universitaria como ésta, de lo contrario parecen posturas de ocasión, que si se ignoran no pasa nada, sobre todo en un contexto donde no hay una identidad de gremio, donde nos ponemos el pie unos a otros o simplemente guardamos silencio frente al trabajo de colegas, todos somos corresponsables de ello.
Ganan terreno las posturas que pretenden callar las voces que muestran una realidad compleja, difícil y preocupante, donde no nos cuestionamos qué hemos hecho para que se atente así contra las ciencias sociales y no pasa nada; tampoco nos cuestionamos qué hemos dejado de hacer para que menosprecien el trabajo de las ciencias sociales. Considero necesario asumir una postura de autocrítica real, sin simulaciones.