En los círculos políticos tlaxcaltecas ha llamado la atención la designación de Diana Álvarez Maury, una subsecretaria federal para coordinar las acciones del gobierno federal en la lucha por el Covid-19 ante el aumento de casos registrados.

Y es que en el terreno político mientras algunos estiman que se trata de un movimiento que buscar evitar que el capital de Morena sea otra víctima del Covid-19 y busca proteger y desligar a Lorena Cuéllar del impacto negativo por la gestión de la pandemia, para otros la designación de una funcionaria adicional denotaría la incapacidad de la ex priísta para atender la representación, pues evidenciaría que no pudo con el paquete y la situación se complicará más.

De acuerdo a los resultados de algunas encuestas recientes, la imagen de la delegada en las últimas semanas ha tenido algunas abolladuras ante la percepción de una inadecuada estrategia para atender los efectos del Covid-19 en una entidad qué pasó de ser el último en reportar casos, a tener un crecimiento en las últimas semanas.

Fue precisamente el avance de la pandemia que motivó el anuncio a finales de la semana pasada de su designación para atender las acciones del gobierno federal en Tlaxcala y Puebla.

Entre la oposición inmediatamente se desataron las especulaciones sobre su nombramiento y no ha faltado quien cuestione si Lorena no es capaz de asumir la estrategia del gobierno federal en el estado al que aspira a gobernar desde hace años.

En los corrillos políticos se preguntan cuáles serán las funciones concretas de la subsecretaria federal en Tlaxcala, dónde operará y si esta designación servirá realmente para atender mejor los estragos de la pandemia y así evitar el desgaste de Lorena y el capital político de Morena en una entidad donde la preferencia electoral antes de la contingencia le daba una amplia ventaja.