Los choques entre la ortodoxia (en este caso de los seguidores de la 4T) y la heterodoxia (un medio que quiere medir fuerzas con el gobierno federal) no generó un drama sino un sainete: una obra involuntariamente cómica, confusa y desarticulada.

Primer acto: no le hagan caso a López-Gatell

Sin decir agua va, el locutor de noticias de TV Azteca, Javier Alatorre, dejó caer en el noticiero que conduce desde hace 25 años, una frase que pasará a la posteridad por su desatino. A riesgo de ser repetitivo, lo colocamos en este espacio:

“Como todas las noches, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, encabezó la conferencia sobre el Covid-19 en México. Pero sus cifras y sus conferencias ya se volvieron irrelevantes. Es más, se lo decimos con todas sus palabras, ya no le haga caso a Hugo López-Gatell”.

Si bien lo de “irrelevante” puede ser o no cierto, lo de “no le haga caso” ya suena a insubordinación. Peor aún si tomamos en cuenta que para su comentario presenta como fuente de inconformidad y desconfianza de las cifras oficiales al más que controvertible gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien se ha distanciado del gobierno federal desde que no procediera su intento de alargar su mandato.

Segundo acto: mi amigo Alatorre se equivocó

Cuando cientos de airados seguidores de la 4T acusaron a Alatorre de “irresponsable” y hasta “terrorista, surgió la voz del mismísimo AMLO para evitar que la sangre llegara al río. Sorprendentemente, aclaró: “Los políticos no somos todólogos, por eso creo que se equivocó mi amigo Javier Alatorre anoche, que llamó a no hacerle caso al doctor Hugo López-Gatell, fue una actitud no bien pensada; porque Javier es una persona buena, cometió un error como cometemos errores todos e hizo uso de su libertad para expresarse”

¿Eso es todo? ¿Algunos comunicadores son instrumentos de la ultraderecha y la reacción y otros sólo se equivocan? Tal vez el origen de esta distinción se encuentre en la cercanía entre el presidente López Obrador y Ricardo Salinas Pliego. Por ejemplo, Total Play, una sus empresas del dueño de TV Azteca, obtuvo un contrato para la adquisición de sistemas de videovigilancia para el C5 (centro integral de monitoreo) de la Ciudad de México, por un monto de 954 millones de pesos. De igual manera, el gobierno de la capital otorgó a Seguros Azteca un contrato de pólizas que cubren accidentes de policías y funcionarios.

Tercer acto: la mano que mece la cuna

¿Entonces por qué tanta violencia contra las medidas del gobierno federal? Resulta que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) reclama a Grupo Elektra el pago de 14 mil millones de pesos por créditos concedidos a las tiendas Elektra y a Banco Azteca. Desde 2009 el empresario regiomontano ha interpuesto diversos juicios en contra de la liquidación de dichos créditos, pero recordemos que en mayo de 2019 el presidente firmó un decreto para eliminar condonaciones de impuestos a grandes contribuyente. Y vaya que eso debe doler.

Telón. Aunque más tarde Alatorre reconoció a AMLO su respeto a la libertad de expresión, no aceptó haberse equivocado. López Obrador dijo que López-Gatell lo representa; Alatorre representa a Salinas Pliego. Debe ser empate técnico.