Su fallecimiento conmociona a la clase política y pone de manifiesto que la Covid-19 se ha convertido en un contendiente más para 2021
La muerte repentina de Ricardo Amaro Ramírez por Covid-19 supone un cambio entre los aspirantes de Morena a la alcaldía de Tlaxcala y, de entrada, allana el camino para la diputada Claudia Pérez, con quien el fallecido abogado se disputaba principalmente la nominación.
Su deceso confirmado esta mañana supone una baja para las filas lorenistas y afianza la intención de la legisladora que ya trabaja desde hace varios meses para lograr la postulación por Morena que le permita tomar las riendas de la administración de la capital.
Abogado de profesión, Ricardo Amaro fue presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de 2006 a 2007 y suponía la carta del grupo de Lorena Cuéllar a la alcaldía capitalina que ahora tendrá que respaldar otra opción ante esta pérdida de la que consideraban su carta más fuerte a este espacio.
Incluso se sabe que el nombre del abogado se manejaba para un cargo en la administración estatal ante la confianza que existe en el equipo lorenista de llegar a la gubernatura que no lograron alcanzar la pasada elección.
La muerte de Ricardo Amaro ha causado conmoción una vez más entre la clase política que se prepara para las elecciones de 2021, pues pone de manifiesto que la Covid-19 se ha convertido en un contendiente más.
Hasta la fecha se han registrado al menos cuatro sonados decesos entre la clase política por Covid-19: los ex alcaldes de Mazatecochco y Amaxac, Esteban y Faustino Carin, respectivamente, además del senador Joel Molina y ahora el aspirante morenista a la capital, Ricardo Amaro.