El neurocirujano, Neftalí Ángel Márquez, fue despedido de manera injustificada de la Secretaría de Salud (SESA) y, al ser el único médico con esa especialidad en ese sector, la institución se quedó sin ese servicio.

En rueda de prensa, señaló que fue despedido el mes pasado, por lo que la SESA se quedó sin especialista en la materia para decenas de pacientes, por lo que pidió la intervención del gobernador, Marco Antonio Mena Rodríguez, para que se le pueda recontratar en esa área de la SESA, “no por mero interés particular, sino para reestablecer ese servicio en el sistema de salud de la entidad”.

Señaló que la incidencia de padecimientos neurológicos en Tlaxcala es significativa, principalmente por accidentes, riñas y ataques con armas de fuego y más los fines de semana, por lo que él realizaba cirugías por daños craneoencefálicos y congénitos, las cuales ahora no puede ejecutar otro médico por falta de especialidad.

“Pienso y estoy seguro que el gobernador no tiene conocimiento de esto, entonces me gustaría que supiera que estoy en disposición de apoyar por el bien de los tlaxcaltecas, es necesario conciliar, no tanto porque yo regrese a trabajar, porque gracias a Dios por la especialidad que tengo puedo hacer muchas cosas aquí y en otros lados, pero por el bien de la gente que ha empezado a padecer, es necesario que haya nuevamente el servicio en el Estado”, refirió.

Abundó que laboró en la SESA durante 2 años y 6 meses, donde propuso cambios de horarios para poder atender a los afectados de manera integral, pues de un diagnóstico y una atención oportuna depende la vida de las personas.

A pesar de eso, las autoridades de SESA no le quisieron renovar el contrato de interinato que culminó el pasado 31 de diciembre de 2019 y sin explicación alguna y vía telefónica, fue despedido por la Dirección del Hospital General de Tlaxcala (HGT), donde laboraba la mayor parte del tiempo, pero tenía a su cargo la revisión de los 5 hospitales generales y los 5 comunitarios de la entidad.

Ángel Márquez dijo estar dispuesto a dialogar para llegar a un acuerdo que permita no poner en riesgo a los pacientes con problemas neuronales, pues no hay otro especialista en Tlaxcala y las familias se verán obligadas a referirlos a hospitales públicos de otros Estados, o bien, a gastar en instituciones privadas.