Columna por Antonio Ortega Martínez
Este domingo, hicimos llegar a los medios de comunicación nacionales e internacionales, un boletín de prensa para advertir al gobierno de AMLO que si no aplica de manera urgente un “Plan Nacional de Emergencia” en materia económica, la situación del país y de la población se agravará y vendrá un período de severas consecuencias porque esta no es una crisis pasajera, y mucho menos vamos de salida. Las y los mexicanos ya están resintiendo los impactos en sus bolsillos.
De acuerdo con las tres encuestas que el INEGI aplicó y dio a conocer esta semana para conocer las condiciones económicas de las familias y empresas del país frente a la crisis sanitaria, se encontró que en 65 de cada 100 hogares ya se resienten los impactos y sus ingresos resultan insuficientes para adquirir los insumos necesarios de subsistencia.
Estamos planteando al gobierno, instrumentar un plan de auxilio a empresas, permitiéndoles –al menos- aplazar pagos; apoyar a 13.60 millones de personas con disponibilidad de trabajar pero que no pueden buscar un empleo por causa de la pandemia; regular el “Home Office”; establecer un control de precios, y fortalecer las redes de comercialización.
Llamamos a López Obrador y a su Gabinete económico a reconocer que la magnitud de la tragedia no puede ser enfrentada con medidas ordinarias ni con las mismas políticas de inicio de sexenio, y que su inacción hace que miles de empresas no esenciales mantengan sus actividades y que millones de connacionales salgan a trabajar con la consecuencia de que la pandemia persista y no ceda.
Es urgente un plan nacional emergente donde participen los diversos sectores económicos, políticos y sociales del país, y construyamos medidas imaginativas, creativas, de impacto real y aplicación general inmediata. Los datos del INEGI confirman la gravedad de la crisis que hemos visto en México tras casi cuatro meses de confinamiento.
¡Amigas y amigos, no permitamos que esta crisis derive en más pobreza, sumemos fuerza y talento!