El coordinador de Prevención y Atención a la Salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, Fernando Moncada Jiménez, recomendó a las madres y padres de familia, estimular descansos breves de la vista y activar a las y los escolares con sesiones mínimas de movimientos de extremidades, tronco, cabeza y respiración, cada hora o al término de la clase de una materia.

El propósito es generar hábitos de activación física y de descanso a la vista, valorar y reconocer la importancia que tienen los ojos y el cuerpo humano para la salud perdurable, por lo que merecen nuestro cuidado y atención.

Reducir el tiempo destinado ordinariamente a los videojuegos y a interactuar a través de las pantallas, pues se tiene una alta exposición a la luz que emiten los equipos y aparatos audiovisuales, mismo que debe empezar a disminuir y canalizar las inquietudes y pasatiempos de las y los escolares, hacia actividades que brinden descanso, relax, vitalidad, energía y salud.

Favorecer en los videojuegos y en las pantallas, aplicaciones y juegos que lleven a realizar actividades físicas.

Pasar muchas horas seguidas sentados y con el cuerpo en la misma posición, puede desarrollar en un cierto tiempo, problemas óseos, de articulaciones o de circulación, especialmente en la espalda, muslos y manos, provocar dolores y enfermedades posturales.

El sedentarismo por exceso de tiempo frente a pantallas o consolas de juego, lleva a malos hábitos dietéticos, sobrepeso y obesidad, dificultad para dormir, somnolencia diurna o episodios de ansiedad y depresión. 

Concluir el juego sin lograr el objetivo, puede incidir en la salud mental y generar estallidos de ira y frustración; mismos que pueden derivar en violencia sobre objetos e inclusive contra personas.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el trastorno del videojuego como una adicción, así que hay que evitar que las y los menores de edad, lleguen a ese extremo”, comentó.

  

Que las y los hijos estén más tiempo en casa, es la oportunidad para estrechar los vínculos familiares y alcanzar un nivel de comunicación más asertiva entre los integrantes de la familia.

Se puede lograr mediante el juego de algún deporte al interior del hogar: una portería pequeña, un tablero con canasta de basquetbol, volibol sin red, por ejemplo; así como juegos de mesa y otras formas de convivencia saludable y estimulante, de tal forma que no estén con la idea fija de solo pasar el tiempo en los videojuegos.