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Domingo 03:30 pm, 03 May 2020.

Vulnerabilidad ante el Covid-19

Desde la Sociología columna por Luis Pérez Cruz

Luis Pérez Cruz | agendatlaxcala | 1956 lecturas | 0 comentarios

Vulnerabilidad ante el Covid-19

Desde inicios de año se comenzaron los preparativos para enfrentar a la pandemia covid-19 y hacia la primera semana de marzo se implementan las primeras acciones que desembocaron en la disminución gradual de las actividades económicas y evitar la movilidad de las personas, hasta el punto en que nos encontramos y esperando esta primera semana de mayo el más alto número de contagios, para después entrar en una disminución paulatina de la pandemia.

          Ello ha provocado una serie de reflexiones en diversos ámbitos, desde las estrictamente médicas hasta la filosóficas, económicas y sociales, sin dejar de considerar los efectos sobre el comportamiento al cambiar nuestra rutina, ello constituye un elemento fundamental, ya que no debemos reducir nuestra perspectiva a salir de la emergencia de salud en el país, sino pensar nuestra vida, en las relaciones con otros individuos, después de superar la emergencia.

          No es ningún secreto que las condiciones económicas se verán afectadas y que, para una buena parte de la población, será complicado lograr contar con las condiciones básicas para sobrevivir y, en consecuencia, salir de la emergencia económica y social tardará más tiempo. Por ello, resulta muy importante que hagamos la reflexión sobre qué país tenemos y cómo vamos a lograr superar esta circunstancia adversa.

          Me llamó la atención que la UNAM creara el proyecto “Vulnerabilidad ante el COVID-19 en México”. Este documento contempla tres dimensiones de vulnerabilidad: demográfica, de salud y socioeconómica. Cada dimensión integra a su vez una serie de indicadores relacionados con el tipo de vulnerabilidad que expresan.

La dimensión demográfica, de acuerdo con el documento, la componen variables asociadas con las características de la población que, por las características de la infección por el virus SARS-CoV-2 pueden ser factores que aumentan la vulnerabilidad.  Esta dimensión considera también las características socioculturales de la población que dificultan el acceso a los recursos de información para prevenir el contagio, y factores que se han asociado a una menor accesibilidad a los servicios médicos indispensables una vez que han adquirido la infección. 

La dimensión de salud la componen variables asociadas al estado de salud de la población, a la infraestructura y servicios hospitalarios y al personal médico disponible en los municipios respecto a su población. Se considera que los municipios con un mayor porcentaje de morbilidades asociadas a complicaciones del COVID-19 (hipertensión, diabetes, obesidad y neumonía y bronconeumonía), serán más vulnerables, así como aquellos que cuenten con un menor grado de cobertura y especialización en la infraestructura de salud y personal médico.

La dimensión socioeconómica está compuesta por variables relacionadas al bienestar de la población de un municipio en términos de satisfactores básicos, derechos y capacidad económica. Esta dimensión también incluye la probabilidad de exposición al virus dadas las características de poblamiento y la estructura del empleo.

Bajo esta propuesta podríamos reflexionar sobre qué tipo de entidad somos y cómo podríamos enfrentar la etapa de la postpandemia, tomando parte de la propuesta estaríamos en condiciones de anotar que nos espera una compleja situación en los próximos años, por ejemplo, de acuerdo con información de El Financiero, la contracción de la economía norteamericana y el aumento de deportaciones de mexicanos ocasionaría que el envío de dólares disminuya en un 20%, aproximadamente 7,000 millones de dólares. Hacia 2019 Tlaxcala habría recibido por ese concepto 254 millones de dólares, el impacto aproximado sería de casi 51 millones de dólares.

Por otra parte, la relación de la pandemia y la economía informal es desastrosa, en México, 22 pesos de cada 100 del PIB, según el INEGI, provienen de la economía informal, ya que la informalidad fue golpeada en primera instancia por el covid-19.

Para Tlaxcala resulta necesario puntualizar que la tasa de informalidad es de poco más de 71%, siendo la nacional de 60%, lo que nos coloca en una situación complicada de vulnerabilidad, además de que nos encontramos en el antepenúltimo lugar del tamaño de nuestro mercado laboral. En términos de la ocupación, casi el 41% de la población ocupada está en la informalidad.

Asimismo, habría que considerar que la capital del estado en 2018, junto con el municipio de Acapulco, registraron los mayores niveles de informalidad, condiciones críticas, así como bajos ingresos y escaso acceso a instituciones de salud.

Esta situación precisa profundizarse y consideramos necesario tomar nota para saber cómo vamos a afrontar el futuro inmediato, dejaremos para otra ocasión las condiciones de acceso a la salud y las características de la población tlaxcalteca, hacemos hincapié en saber nuestras condiciones y como se dice “no dar un paso sin huarache”, sobre todo ante el panorama que nos dejará la emergencia de salud.

Por favor, las recomendaciones de sana distancia y no salir de casa ayudarán mucho para superar esta pandemia.

Posdata: La Fundación UAT lanza la campaña Dona un kit de protección para el personal de salud, el objetivo es dotar de equipo al personal que atiende en hospitales a los enfermos de covid-19, para mayores informes 2464623347. Colaboremos.