En dos años 10 policías tlaxcaltecas fueron asesinados, ocupa lugar 25 en el país

La organización Causa en Común registró que entre 2018 y 2019, 10 policías tlaxcaltecas fueron asesinados, mientras que, hasta julio del presente año no se registró algún suceso de ese tipo en la entidad, y precisa que, Guanajuato ocupa el primer lugar en esos tres años con 145 casos. 

Causa Común señala que, los 10 casos registrados en Tlaxcala, colocan al estado en el lugar número 25 en el país, ya que de esos sucesos, cuatro sucedieron en 2018 y seis en 2019.

Con base en información de medios de comunicación de los estados, Causa en Común registró hasta julio de 2020, 953 elementos de seguridad asesinados, de los cuales 452 sucedieron hace dos años, 446 el pasado y 55 en lo que va del presente. 

En 2018, cuatro policías de Tlaxcala fueron asesinados, y Causa en Común sólo reporta el nombre de Julio S, cuyo deceso se reportó el 19 de julio de ese año; en 2019, registró los casos de Eleazar Tolteca Torres, reportado el 8 de marzo; Ocotlán N. el 9 de marzo; Humberto Arcovendiz Vázquez, Osvaldo Camacho Amador y Maurilio Vargas Lima, registrados los días 7 y 19 de abril de ese año y para el 10 de junio el de Cristian N. 

La organización Causa en Común informó que la mayoría de los policías asesinados pertenecen a corporaciones municipales, seguido por corporaciones estatales y, en último lugar, a corporaciones federales; además, la mayor parte ha sido personal de seguridad preventiva (755), seguidos por ministeriales (136), tránsito (40) y guardias penitenciarios (22). 

Y señala que, si bien los asesinatos de policías son una afrenta directa al Estado, la mayoría de los casos pasan desapercibidos, "es tal la indolencia de los gobiernos federal y estatales, y la indolencia social, que buena parte de los casos quedan registrados únicamente en páginas interiores de prensa local". 

Indica que, del análisis de la información disponible, no pueden concluirse modalidades, patrones o motivaciones específicas para el asesinato de policías. Como en el caso de cualquier asesinato en nuestro país, matar a un policía es fácil, y muy rara vez conlleva alguna consecuencia.