Comunidades cercanas a la zona arqueológica de Cacaxtla-Xochitécatl no creen en pandemia

Habitantes de las comunidades cercanas a la zona arqueológica de Cacaxtla-Xochitécatl no creen que sea real la pandemia por Covid-19, y confían en regresar sin problema a sus actividades sociales y productivas cuando las autoridades responsables levanten las restricciones para contener la propagación del virus.

Lo anterior lo informó Ludwing García Mata, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien hizo una serie de entrevistas para conocer cómo se vive y lo que se piensa sobre el Covid-19 en esa zona del estado.

Aunado en lo anterior, el estudio señala que entre los pobladores de la zona predomina, sobre todo en los más jóvenes, la desconfianza hacia las medidas sanitarias implementadas por las autoridades para contener la pandemia, y consideran que la mayor afectación que les provocará esta contingencia sanitaria es en el aspecto económico.

Este estudio fue presentado en la conferencia virtual denominada “Perspectivas locales y nueva normalidad. Las comunidades colindantes al complejo Cacaxtla-Xochitécatl en tiempos de pandemia”, que se transmitió en página oficial de Facebook de la zona arqueológica, como parte del programa “Contigo a la distancia” de la Secretaría de Cultura federal.

Ludwing García señaló que desde hace cuatro años, como responsable del proyecto de Vinculación entre la Zona Arqueológica y las comunidades aledañas, conoce bien la región de esta parte sur del estado y le permitió realizar el trabajo etnográfico a través de entrevistas a la distancia a los pobladores para su conferencia.

Las entrevistas, fueron aplicadas a habitantes de las comunidades de San Rafael Tenanyecac, San José Atoyatenco, San Miguel Xochitecatitla, San Bernabé Capula y San Miguel del Milagro, las cuales está cerca de los sitios arqueológicos ubicados en Natívitas, con una población cercana a los 25 mil habitantes.

Explicó que esa situación puede ser resultado de que un porcentaje de la población de esa zona ya no tiene como principal actividad productiva la agrícola, como hace años, sino que actualmente trabajan en los sectores industrial, comercio y de servicios, es decir, hay una pluriactividad.

“Las fuentes laborales están cerradas, el comercio está prácticamente paralizado, y los servicios, al tener cerrado todo el complejo arqueológico Cacaxtla-Xochitécatl y la iglesia de San Miguel del Milagro, no representa una fuente de ingresos específicamente para esta población, pero también para varias comunidades del municipio”, refirió.

El antropólogo lamentó que la población no considere la pandemia como una oportunidad para reflexionar “sobre la forma en que se explota la tierra, la forma en que se contaminan los ríos, la forma en que el turismo ha afectado y contaminado la región, sino más bien está pensando solo en el aspecto económico y volver a reactivar la economía para poder mantener sus actividades tal y cual las conocían antes del Covid-19”.