Grave crisis en el INAH, en riesgo zonas, museos y monumentos arqueológicos e históricos

Los 44 trabajadores adheridos al Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura que laboran en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, sección Tlaxcala en diferentes áreas como zonas arqueológicas, museos y áreas administrativas, revelaron que la institución vive una grave crisis económica, que pone en riesgo a las zonas, museos y monumentos arqueológicos e históricos.

Señalaron que esto se debe a que por varios años el INAH enfrentan un déficit económico, el cual se recrudeció con el recorte presupuestal del 75 por ciento hecho por el gobierno federal, a lo que se sumó el cierre de espacios culturales a la visita al público por la pandemia provocada por Covid-19.

Los trabajadores sindicalizados el INAH Tlaxcala se unieron al Plan de Acción Nacional para exigir que el gobierno federal otorgue recursos, porque esa situación ha mermado y disminuido las tareas sustantivas cotidianas, y se requiere apuntalar la gran responsabilidad que se tiene en la defensa y salvaguarda del patrimonio cultural de los mexicanos.

La secretaria general de la Sección Tlaxcala del sindicato, Deyfilia Pérez Popocatl, junto con los integrantes de su comité seccional señaló que las acciones que deben hacer en zonas arqueológicas y museos se ven limitadas

“No hay para combustible, ni para herramientas de trabajo, pintura y con esto el servicio a la comunidad, local, nacional y extranjera es con deficiencia y no podemos permitir que zonas arqueológicas o museos estén en condiciones deficientes, pues lo más grave es que debido a esta reducción está en riesgo la conservación del patrimonio cultural”, dijo.

Indicó que el sindicato hizo la petición a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que se otorgue ese presupuesto, pero no ha habido resultados positivos para la reasignación del presupuesto.

Añadió que algunos de sus compañeros, contratados en la modalidad de contrato o por proyecto fueron despedidos, aunque tenían hasta 20 años de servicio, los despidieron sin liquidación como lo marca la ley.

A pesar de las limitaciones, señaló que los trabajadores, en muchos de los casos gastan de su bolsillo para dar mantenimiento y tratan de mantener las zonas, en condiciones sino óptimas, lo más presentables.

A partir de la pandemia el INAH dejó de recibir recursos autogenerados porque se cerraron espacios, pero muchos de los trabajadores se mantuvieron en guardias escalonadas en 8 meses, aún siendo vulnerables y no se han abandonado los centros de trabajo.