Ni la pandemia ni el aislamiento social detiene a la discriminación contra los migrantes

Ni la pandemia ni el aislamiento social detiene a la discriminación contra los migrantes y hacia los más pobres, consideró Elías Dávila Espinoza, responsable del albergue La Sagrada Familia de Apizaco a donde siguen llegando los migrantes centroamericanos.

Indicó que a pesar del confinamiento por la pandemia del Covid-19, el hostigamiento y la violencia contra este grupo de personas no ha cesado, incluso los mismos cuerpos de policía han ejercido actos discriminatorios que, incluso atentan contra la vida de los migrantes, quienes por su condición de pobreza o violencia salen de su país a buscar una vida mejor.

Añadió que muchos han salido de sus países de origen, con el riesgo de contraer Covid-19 pues prefieren eso a seguir con su vida de pobreza y violencia en sus lugares de origen, “muchos viajan con la ilusión de llegar a Estados Unidos y, en el camino han sido hostigados y deportados, algunos han llegado con nosotros enfermos y, aun así, mantienen la idea de seguir su camino”.

Dávila Espinoza mencionó que en mayo se redujo la llegada de migrantes a la casa del migrante y bajó la solicitud de hospedaje por parte centroamericanos, “consideramos que ha bajado en un 70 por ciento”, esto en comparación con el año pasado, cuando pasaban hasta 400 personas, pero el mes anterior apenas llegaron 134 migrantes.

De entre las personas que han llegado al albergue, destacó que hay familias de Haití y de Honduras, quienes esperan que la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados (Acnur) en México les atienda una solicitud de asilo.

Aseguró que en la casa del migrante están siguiendo los protocolos para evitar la propagación de Covid-19 entre los migrantes y que, hasta el momento, no ha habido contagios, por lo que de presentarse un caso lo trasladarían al hospital, porque la casa del migrante no cuenta con espacio para tener áreas de aislamiento.