María del Rayo y Chema, el uso de las comisiones para enriquecerse y lograr ambiciones personales

La productividad en el Congreso del estado se ha visto afectada no por la suspensión de actividades a raíz de la pandemia de Covid-19.

La inmovilidad en las funciones legales del Congreso se deben a los intereses mezquinos que tienen todos los diputados, pero sin duda los peores son los de Morena al ser mayoría en el Congreso y permitir que su ambición de poder y de querer volverse millonarios de la noche a la mañana, hayan sumido al poder legislativo en un lugar donde están los empleados del estado mejor pagados sin hacer absolutamente nada.

Los congresistas están cobrando miles de pesos vía nomina más los millones en los moches del fondo, desde la comodidad de su casa, mientras que otros de plano andan fuera del estado vacacionando.

Los morenistas que ofrecieron cambiar el rumbo del poder Legislativo y de cómo se venían haciendo las cosas resultaron ser peor que los dinosaurios del PRI.

Los cambios en la titularidad e integración de las comisiones ha provocado aún más el divisionismo.

Por citar un caso la diputada María del Rayo Netzahual está enojada porque la quitaron como presidenta de la Comisión de Finanzas y Fiscalización donde se hacen los grandes negocios con los presidentes municipales, a quienes se les piden fuertes cantidades de dinero o espacio laborales para los familiares y amigos de los diputados, a cambio de aprobar sus cuentas públicas.

Resulta que la diputada María del Rayo, dicen sus propios allegados, mandaba a una comisión para verificar el parque vehicular de los municipios con el objetivo de dar de baja algunas unidades, pero con un trasfondo, pues ella compraba a bajo costo los vehículos y los revendía ya sea autos, máquinaria o lo que fuera.

El otro diputado también de Morena José María Mendez, utiliza la Comisión de Juicio Político para negociar y saciar sus ambiciones de poder y hace uso del fuero para evadir la justicia ante las denuncias de fraude que enfrenta y así quiere ser presidente de Huamantla.

¡Ver para creer!