SAGA da último golpe a PAN, debilitado aún sueña con ser competitivo y dejar la mega alianza

Con la salida de Juan Carlos Sánchez García, el Partido Acción Nacional PAN, se queda sin la mitad de sus canicas lo que debilita su posición para negociar con los partidos que integran la alianza "Unidos por Tlaxcala" conformada por el PRI, PRD y PAC y PS.

Aún así dicen los que están cerca que en los sueños guajiros de su dirigencia creen que pueden ser competitivos e ir solos a la elección dejando la mega alianza opositora.

Y es que Sánchez García, mejor conocido como SAGA, quien se quedó sin posibilidades por cuestiones de género, era el mejor posicionado entre los panistas, superando a Minerva Hernández, quien se registró como aspirante a la candidatura al gobierno del estado por el PAN.

Con la salida del exdiputado local, el PAN queda desarmado para poder negociar al interior de la mega alianza y mucho menos querer imponer a Minerva Hernández quien en su trayectoria política no ha ganado una sola elección y se le recuerda tristemente por declinar a favor de Adriana Dávila, estigma que no ha podido superar.

Las dos diputaciones de Minerva Hernández han sido plurinominales y las dos senadurías, incluyendo  la actual, han sido por primera minoría.

¿Y aún así el PAN pretendería ir solo a la madre de las elecciones con esa candidata?

En el otro escenario, el PAN pretende negociar y encabezar la mega alianza cuando en el PRI está Anabell Ávalos, quien contrario a Minerva ha mostrado su poder en las urnas y los cargos de elección popular como diputada y presidenta municipal los ha ganado con voto directo.

Con qué cara se presentarán los panistas para querer imponer sus condiciones si se han quedado sin una  carta que según las encuestas estaba por encima de Minerva Hernández en las preferencias.

Mal haría el PAN en salirse de la alianza y llevar a Minerva Hernández como candidata, a menos que su objetivo sea apoyar las aspiraciones de Lorena Cuéllar, de quien se dice que ha metido su Caballo de Troya entre los albiazules.

La salida del SAGA sólo pulverizará el voto de los panistas que desde hace mucho no levantan cabeza y también minimiza la competitividad del empresario, quien sin duda perderá credibilidad ante los votantes, ya que había construido un discurso de encabezar un proyecto alejado de los políticos tradicionales y hoy queda demostrado que lejos de optar por la vía ciudadana, se aferra a postularse por un partido político.

Más incongruente no puede sonar.