La posesión del inmueble del auditorio de la comunidad de Atexcatzingo en el municipio de Tetla de la Solidaridad desató un conflicto que terminó con la retención del presidente de comunidad y un fallido intento de rescate de parte de la policía municipal que exhibió sus deficiencias para actuar en estas situaciones de conflicto y que terminó después de que el alcalde terminara doblegado por los vecinos quienes lograron que el control del lugar siga en la localidad. 

Y es que el conflicto se desató después de que el alcalde pretendiera, a través de la sindicatura y el área jurídica del ayuntamiento, mantener el control del auditorio de la comunidad de Atexcatzingo, que fue remodelado la administración pasada con una inversión de ocho millones de pesos.

Esta pretensión desató el enojo de los vecinos en una asamblea de comunidad efectuada la mañana del domingo, quienes no aceptaron que la alcaldía tuviera el control del inmueble, pues recordaron que fue construido en su momento con aportaciones de los habitantes de ese lugar e incluso el predio fue donado por una mujer de la tercera edad de Atexcatzingo.

En la asamblea los ánimos se caldearon al grado en que los vecinos no permitieron la salida del alcalde del inmueble hasta que no quedara claro este punto, situación que originó momentos de tensión cuando en medio de empujones y una trifulca, elementos de la policía municipal intentaron rescatar al alcalde Andrés Ramírez. 

Este intento de custodia al presidente municipal y rescate fracasó cuando los uniformados fueron sacados a empujones por los inconformes sin que se pudieran hacer nada pues eran superados en número. 

Tras este hecho comenzó un diálogo donde los vecinos de Atexcatzingo que exigieron la salida de por los menos tres integrantes del municipio, entre ellos el secretario del ayuntamiento y el asesor jurídico Joel Chichino, además de la destitución de la síndico municipal, Lizbeth Velázquez. 

Por ello, un amplio dispositivo de seguridad se activó con la participación de fuerzas de seguridad de policías de municipios aledaños que acudieron en apoyo, además de la policía estatal.