La detención por una falta administrativa se convirtió en una tragedia para la familia de un hombre de 45 años del municipio de Xaltocan que falleció en los separos de ese municipio, convirtiéndose en el cuarto caso de este tipo en lo que va de los actuales gobiernos municipales, lo que detonó la violencia en ese municipio cuando pobladores pretendían linchar a los uniformados que acusaban como presuntos responsables y se desató un enfrentamiento que dejó como saldo un policía herido.

A pedradas, palos y lo que tuvieron a la mano, los pobladores protagonizaron un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Guardia Nacional, pues impidieron que el cuerpo del hombre identificado como Quirino N. fuese retirado del lugar y hasta el momento de este reporte permanecía aun en los separos.

Los enardecidos vecinos buscaban hacer justicia por su propia mano en contra de los policías que fueron involucrados en la detención, que acuerdo a los vecinos se realizó con un completo abuso de autoridad de parte de los uniformados, por lo que incluso se detonaron bombas de gas lacrimogeno para dispersar a los pobladores.

Los policías a quienes buscaban hacerles justicia por propia mano junto con el resto de los elementos de la corporación municipal lograron  ser rescatados por el operativo implementado por la seguridad pública estatal, donde se reportó un oficial herido que salió sangrando del lugar.

Ante estos hechos, la población se abocó a destruir las instalaciones de seguridad pública municipal e incluso una patrulla y una moto fueron incendiadas.

Enojada, la población causó destrozos en las instalaciones, pues pretendían ingresar para sacar el cuerpo del hombre y hasta el momento permanece la tensión en el lugar.

Se reportó que el padre del hombre fallecido resultó ser uno de los más afectados por el gas lacrimogeno, toda vez que durante la gresca se encontraba en las instalaciones y quedo encerrado.

Este conflicto inició cuando el hombre fue detenido junto a otro joven de 18 años que sería su hijo, pues estarían escandalizando en la vía pública, según las primeras versiones, por lo que fue llevado a las instalaciones de los separos.

Después de ello, los elementos de seguridad municipal informaron a los familiares que el hombre había fallecido al interior de las instalaciones, lo cual desató el enojo y reclamos tanto de los familiares como de vecinos que se congregaron a las afueras de los separos para exigir justicia, pues acusaron que sería producto de los golpes que le propinaron los uniformados, lo cual desató el conflicto.