En Tlaxcala se tuvieron dos eventos importantes: “El Mundial de Tiro con Arco” y “el Fandango por la Cultura”. El primero efectuado en el centro de la capital del estado con proyección estatal, nacional e internacional y el segundo, en el municipio de Contla de Juan Cuamatzi con carácter estatal y nacional. Ambos denotando un pueblo que no se mide por su tamaño, sino por su cultura.

El Tiro con Arco es una actividad deportiva poco difundida, costosa y escasamente practicada. Según Amazon, un arco compuesto vale 50 mil pesos y una docena de flechas para competencias 13 mil. Aunque no se puede comparar con el golf y el automovilismo (cuestiono si deben considerarse deportes) en costos, ambas actividades de élite. Como ejemplo el Gran Premio de México donde Ocesa (plataforma de eventos en México y organizadora del evento) tiene una enorme inversión publicitaria y de infraestructura tales como: contratación de hombres y mujeres bajo un mismo estatus de belleza (edecanes) establecida por esa misma élite; convenio con el consorcio restaurantero Grupo Anderson’s, quien ubicó cuatro de sus marcas alimenticias más conocidas: La Vicenta, IIios, Porfirio’s y Harry´s (esto último publicado por México Desconocido 30/10/2022); contratos con empresas televisivas a manera de exclusividad (Televisa, Fox); carros extraordinarios y demás elementos que enajenan a la ciudadanía.

La práctica del tiro con arco sin el apoyo de la CONADE o el Instituto Estatal del Deporte es casi imposible para quien no tiene recursos económicos, por consecuencia, los resultados favorables en competencias internacionales: Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales son mínimos. En esta ocasión no hubo excepción, ningún representante nacional subió al pódium.

Seguramente por ello el gobierno del estado a través de la Universidad Politécnica de Tlaxcala Región Poniente, enseñará a estudiantes e interesados en general la práctica de ese deporte (“UPTrep incluye en sus actividades extraescolares el tiro con arco”. Periódico digital Agenda Tlaxcala 06/04/22).

Indudable, fue un evento agradable (no sé si los gastos corrieron por parte de la CONADE o de los impuestos de los tlaxcaltecas) que sirvió de escaparate turístico al estado. Por cierto, me parece totalmente desagradable leer o escuchar los promocionales donde enfatizan la frase: “Tlaxcala sí existe”. Si estamos seguros y orgullosos de nuestra historia, geografía y cultura en general como tlaxcaltecas, para qué darle la importancia a quien o quienes mostraron con su opinión, un extremo racismo, clasismo, carencias cognitivas y una falta total de respeto a un pueblo que tiene más de cinco siglos de existencia. Ojalá la Secretaría de Turismo o quien realice el promocional considere esta humilde opinión; los tlaxcaltecas no necesitamos insistir o esforzarnos en responder una estúpida e incongruente duda.

En cuanto al “Fandango por la Cultura”, la presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México Beatriz Gutiérrez Müller acompañada por la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, funcionarios estatales y nacionales (destaco la presencia de Taibo II, director general del Fondo de Cultura Económica (FCE), quien está promocionando libros que antes eran incansables para el pueblo por su costo, además de formar grupos de lectura con bibliografía variada y gratuita, entre otras actividades), estuvieron en uno de los municipios con antecedentes históricos nahuatlatos, Contla de Juan Cuamatzi, con el fin de acercar libros, poesía y otros elementos culturales a niños, jóvenes y personas en general para promover la lectura y la expresión oral y escrita de la ciudadanía.

Según el INEGI, “En los últimos doce meses, el promedio de libros leídos por la población mexicana fue de 3.9. Por sexo, los hombres declararon haber leído 4.2 libros en el último año, mientras que las mujeres leyeron 3.7 libros. En promedio, la sesión de lectura para la población sin educación básica terminada fue de 32 minutos; la población con educación básica terminada o algún grado de educación media destinó en promedio 38 minutos, y para quienes tienen al menos un grado de educación superior alcanzaron los 48 minutos”.

México pertenece al grupo de países que menos leen en el mundo con 5:30 horas a la semana, ocupando el penúltimo lugar de 108 países. Quien más lee es la India con 10:42 horas a la semana. En cuanto a los países de América Latina, Argentina es quien más lee con 5 libros al año, México le sigue con 3.9 libros (a manera de consuelo) y continúa Colombia con 2 libros. Lo que leemos los mexicanos principalmente son: libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, foros o blogs (INEGI: 2022).

Somos un pueblo que no leemos y seguramente ha sido el motivo de nuestro atraso económico, político, social y cultural. Por ello, el trabajo que está realizando Gutiérrez Müller es importante y destacado. Enhorabuena a su equipo de trabajo, a los funcionarios de diversas instituciones que se han integrado al proyecto de quien no quiso ostentar el estatus de “primera dama” (bien por ella). Parecía título nobiliario, fuera de una realidad mexicana.

Destaco el apoyo otorgado por parte de Lorena Cuellar Cisneros a la estrategia nacional a favor de la lectura y escritura. Nuestro estado requiere de este tipo de proyectos si aspiramos a ser una sociedad analítica, crítica y propositiva. Aprovecho para recordarle a la gobernadora su promesa de campaña de convertir la “Casa de Gobierno” en un espacio de cultura. Sería un sitio ideal para un museo de cultura popular tlaxcalteca; museo del maíz, museo del carnaval, museo del día de muertos, museo del pueblo tlaxcalteca prehispánico; museo de la participación tlaxcalteca en las guerras de independencia y revolucionaria; museo de la lucha por la igualdad; museo de la actividad productividad textil; escuela de pintura, escultura, teatro y/o música; enseñanza, elaboración y venta de artesanías; en fin, son ideas abiertas a las que se pueden integrar otras. Lo importante es que ese espacio, tan grande y agradable, se abra y utilice a favor del pueblo tlaxcalteca. “Los Pinos” en la CDMX es una muestra fehaciente o… ¿Usted qué opina?

PD. Ofrezco disculpas a los lectores y principalmente a los autores de quien tomé datos en la columna pasada titulada: “Tlatelolco a 54 años ¿Qué pasaba en Tlaxcala? (11/10/2022) por omitir los créditos correspondientes. Me refiero a la ponencia presentada en el Congreso Nacional de Investigación Educativa, San Luis Potosí, México. “Apuntes para la historia reciente de la educación superior en Tlaxcala” de Felipe Hernández Hernández, Ángel Iván Ramírez Juárez y Lidia Arroyo Muños, UAT, 2017. “Tlaxcala textos de su historia”, siglo XX. Volumen 15. Compiladora Laura Suárez de la Torre, Gobierno del Estado de Tlaxcala, México 1991. Un olvido grave sin premeditación alguna.