Columna por J. A. Javier González Corona
En México durante muchos años no se ha podido visualizar con claridad cuáles son partidos políticos de derecha y de izquierda, complicándose aún más cuando surgen los denominados del “centro”. Aunque estos últimos en las últimas contiendas electorales se han definido como de centroizquierda o centroderecha.
Para este momento el PAN es quien representa a la Derecha y Morena a la izquierda, el PRI tuvo una hegemonía por más de noventa años (1929) y siempre se definió como de “centro”, aunque en todo momento manifestó tener como rival principal al PAN, queriendo posiblemente minimizar a partidos definidos de izquierda que nunca pudieron o no los dejaron crecer: PSUM, PPS PC, Frente Cardenista, entre otros. Ahora se alía al PAN sin importarle en lo más mínimo su supuesto antagonismo histórico. Aunque lo más sorprendente es la alianza del PRD con ellos, pues este partido, desde su creación, se autodefinió como partido de izquierda.
Morena surge (2011) como partido de izquierda y se mantiene hasta estos momentos, aunque curiosamente entre sus líderes y afiliados se encuentran un sinnúmero de ex panistas, priistas, perredistas y de antiguos partidos de izquierda, ya mencionados. Estos personajes políticos ponen en tela de juicio su convicción ideológica y principios partidistas, haciendo suponer que únicamente se integraron para mantenerse en el poder. Si consideramos que por muchos años mantuvo el control político un mismo partido (PRI) abarcando un sinnúmero de aspectos: laboral, educativo, social, etc., es decir, era la única alternativa con férrea disciplina. Cuando lo quisieron renovar no hubo la apertura para ello, optando por salir para integrar o fundar otro partido. En el actual gobierno morenista tlaxcalteca existen muchos casos, ojalá por el propio prestigio partidista no sean ellos quienes echen abajo los principios de Morena y del presidente nacional: “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. Cabe mi escepticismo.
Con definición de diccionario, la derecha política agrupa a individuos y organizaciones que se caracterizan desde el punto de vista ideológico, por su inclinación conservadora de la moral y ligada a los intereses del gran capital y el latifundio; aunque siempre se presentan a sí mismos y ante los demás, como defensores de los valores católicos, patrióticos y de una economía de libre mercado que se caracteriza por la concentración de la riqueza en pocos personas o micro grupos de poder económico.
En cuanto a los de izquierda, sus partidarios se caracterizan por integrar políticas que fomenten un bienestar social y sea el Estado quien garantice el acceso a todos los ciudadanos a los diferentes derechos básicos: salud, educación, trabajo, prestaciones por desempleo, pensiones decorosas a jubilados, cuidado a la ecología, etc.
Cabe destacar que los partidos políticos surgen como una alternativa de lucha social por parte de quienes integran el grupo más desprotegido, ya que, por parte de la clase en el poder económico y político, sino existirán los partidos políticos o sindicatos serían los seres humanos más felices del planeta tierra. Sin embargo, ante la lucha de la clase desprotegida por obtener mejores condiciones de vida a través de la disputa política, los conservadores pretendieron en todo momento (y continúan) seguir manteniendo el poder político, económico, social y cultural. ¿Quién no recuerda al grupo de los Girondinos y Jacobinos de 1789 en Francia? (Bueno, a través de las lecturas), donde los primeros se sentaron a la derecha del presidente de la Asamblea Nacional y los segundos en la izquierda del mismo, iniciándose ahí la denominación de los dos grupos antagónicos.
Los Girondinos defendiendo la autoridad monárquica (derecha o conservadora), al ser ellos parte de la aristocracia o del clero. Por su parte los Jacobinos, luchando por la creación de un estado representado por personas elegidas democráticamente por el pueblo. Es decir, la democracia y participación del pueblo como la parte fundamental de una sociedad libre y democrática. Según Maurice Duverger, la democracia “se define, en primer lugar, por la libertad -para el pueblo y para cada porción del pueblo-, como decían los constituyentes de 1973. No sólo la libertad de los privilegiados por el nacimiento, la fortuna, la función, la educación: sino la libertad real de todos, lo que supone cierto nivel de vida, cierta instrucción general, cierta igualdad social, cierto equilibrio político” (Los Partidos Políticos. 2002, p. 450).
Si bien es cierto en EU existen partidos de izquierda con mínima representación y limitados a algún territorio específico (Partido Libertario, Partido Comunista, Partido Verde y el Partido de la Constitución) los dos partidos más representativos (ambos de derecha) están perfectamente definidos ideológicamente: Republicano y Democrático. Permitiendo a la ciudadanía definirse en el momento del sufragio, al conocer sus principios ideológicos de cada uno de ellos.
En México existe un multipartidismos, gran parte de ellos no presentan su postura ideológica, mucho menos tiene una representatividad popular significativa; por lo que en todo momento están alertas para lograr una alianza con algún partido, por lo tanto, no contribuyen a que la gente defina con claridad su postura ideológica, mucho menos ayudan a la economía nacional o estatal, ya que el presupuesto entregado a cada uno de ellos, sale de los impuestos ciudadanos, empresariales y de servicios, entre otros, que bien pudieran ser ocupados para otros proyectos a favor de la población. En otras palabras, bien le haría al país y al estado tlaxcalteca contar únicamente con dos partidos perfectamente definidos en su ideología (izquierda o derecha), evitando así un gasto innecesario a la población.
Por consecuencia, es necesario que cada partido político nacional o estatal en México, defina su ideología política y la dé a conocer de manera clara y precisa a la población, con el fin de que esta última sepa, analice y defina cuál tendencia ideológica (izquierda o derecha) es la más viable a favor de las mayorías y así darle su voto. Asimismo, es momento de que los partidos autodenominados como de “centro”, definan e informen públicamente su tendencia ideológica y no simplemente esperen, en cada proceso electoral, realizar alianzas con quien más les convenga, aunque sean en ideología de total oposición o… ¿Usted qué opina?