La dirigente panista opta por mantener una postura cerrada en vez de abrir el diálogo con militantes
La dirigente local del Partido Acción Nacional (PAN), Miriam Martínez Sánchez ha optado por mantener la confrontación y división, en lugar de construir un discurso de unidad que logre fortalecer al partido, señalaron militantes panistas que reprocharon su actuar.
Indicaron que tras los cuestionamientos realizados sobre las presuntas ilegalidades en las que incurrió para efectuar nombramientos sin el aval mínimo de consejeros, ahora se ha cerrado al diálogo y acusa que son los consejeros quienes no han querido acercarse, generando aún más tensión.
"Ella es la que genera división, la que propicia la inconformidad en vez de procurar la unión, dice que los consejeros son los que no quieren diálogo, pero es ella la que se ha cerrado y mantiene una postura que está muy lejos de la operación cicatriz que todo dirigente sabe que se requiere", señalaron.
Lo más preocupante, dijeron, es que lejos de fortalecer al panismo de cara a los próximos procesos electorales, la división que propicia pone en riesgo el trabajo y representación del partido.
Y es que recientemente la dirigente estatal del PAN minimizó la situación que enfrenta su dirigencia con la inconformidad de grupos que la acusan de actuar al margen de los estatutos y nombrar a integrantes de la Comisión Permanente y de no tener el apoyo de la mayoría de los consejeros estatales y por el contrario sostuvo que el proceso de reconstrucción del partido es lo que generó inconformidades.