Columna por Alfredo Adán Ríos Psicólogo jurídico
Las neurociencias están en medio de un resurgimiento del interés en la dimensión biológica de los estados mentales y la conducta humana, aún más con su introducción en el ámbito ce la criminología biosocial y el sistema penal. La introducción de nuevas disciplinas en el ámbito penal representa un reto al momento de validarlas como una herramienta útil para el proceso, dado que cada vertiente tendrá puntos a favor y en contra de ellas, por lo cuál es fundamental analizar de forma crítica la utilidad, viabilidad y grado de certeza que ofrezcan dichas disciplinas. Al margen de las neurociencias forenses, resulta predominante analizarlas de forma integral, biológica, psicológica, ética y legal, con la finalidad de que las aportaciones que esta rama ofrezca al estado de derecho sean objetivas y aptas para el sistema penal de cada circunstancia temporal y social en que se implementen.
Los paradigmas en la aplicación de la justicia en México y en el mundo han tomado diversos rumbos con base a la evolución social, así como el avance tecnológico que ha crecido exponencialmente en los últimos años. Ejemplo de este crecimiento son los grandes avances y descubrimientos realizados en el campo de las neurociencias en la última década; siendo que ya hace más de veinte años que Estados Unidos proclamara la “Década del Cerebro”.
La investigación en el funcionamiento de las diversas áreas del cerebro, así como su interacción con el medio ambiente y las relaciones sociales, han impactado en la mayoría de los casos, de forma positiva tanto en el ámbito médico, social y actualmente ganando terreno en el ambiente legal y penal. Con base en ello, las nuevas formas de estudio del cerebro (imagenología, genómica y neurofisiología), han permitido observar, estudiar y analizar las diferentes manifestaciones cerebrales ante determinados estímulos, así como también conocer las áreas cerebrales que están involucradas en ciertas funciones cognoscitivas así como estudiar las disfunciones de dichas áreas con la finalidad de desarrollar técnicas diagnósticas y planes terapéuticos, en fin último del derecho, poder determinar si estas alteraciones son causantes o contribuyentes de actividades o comportamientos que pudieran llegar a propiciar un actuar delictuoso
Las neurociencias forenses revelan que el ámbito neuronal se ha convertido en un aspecto fundamental para el derecho penal, poniendo en escena la compleja red de conexiones existentes entre las neurociencias y el derecho. Igualmente, importantes es una comprensión realista que la ley asigna a las neurociencias, así como a la infraestructura social que actualmente abarca al derecho y las ciencias auxiliares.
Estamos en un punto crucial para entender la evolución de las neurociencias forenses, dado que la relación entre el cerebro y el derecho comenzó mucho antes del auge de la neurociencia moderna, enfocándonos no sólo en una guía parcial para los próximos desarrollos de la neurociencia forense, sino como un enfoque integral para generar herramientas que ayuden a entender el comportamiento criminal, pero no desde el punto de vista punitivo, sino una trinchera distinta: la prevención y la rehabilitación neurológica y social.
Conclusión: La neurocriminologia es una diciplina cientifica de estudio tanto teorico aplicativa al método experimental para dilucidar el acto criminógeno apoyada por la neurociencia forense, sin duda son axiomas que derivados de la neurofisica teorica experimental computacional de modelación cientifica aplicada al estudio de la neuropsiquiatria forense puede evolucionar al acrónimo de neurofisica-neuropsiquiatrica forense al apoyo de las ciencias neurojuridicas o psicolegales, cuyas ramas de estudio pueden estar en los centros de investigación citados a continuación:
https://www.ru.nl/english/research/other-research/information-phd-candidates/@959492/neurophysics
https://www.cbs.mpg.de/departments/neurophysics
https://sites.google.com/view/fil-physics/home