El sacerdote identificado como Agustín N. recibió a lo largo de los últimos días el apoyo de sus feligreses quienes defendieron su inocencia
Por falta de una denuncia formal, el sacerdote de Tlaltelulco que fue acusado de presunto intento de abuso sexual en contra de una mujer de la comunidad recuperó su libertad.
Una vez transcurridas las 72 horas para realizar el procedimiento, no hubo quien presentará una denuncia formal para seguir con el proceso en contra del párroco que fue golpeado por vecinos del lugar y cuyo caso generó controversia.
De hecho, el sacerdote identificado como Agustín N. recibió a lo largo de los últimos días el apoyo de sus feligreses quienes defendieron su inocencia y atribuyeron la acusación a un problema de otra índole con el sacerdote de parte de la mujer que lo acusó y los familiares de la misma.
Y es que el párroco fue acusado de presunto abuso sexual por un grupo de pobladores del barrio de Poxtla, que supuestamente se encontraban ingiriendo bebidas alcoholicas junto al plesbitero, la pasada madrugada del jueves, cuando una mujer acusó que el sacerdote le habría realizado tocamientos y aseguró que interpondría la denuncia en su contra, situación que finalmente no se concretó.
Esta acusación hizo que los ánimos de la gente del lugar se calentaran y además de golpearlo intentaron lincharlo, por lo que fue rescatado por policía municipal, pero pobladores intentaron culminar el linchamiento por lo que acudieron a las instalaciones de la policia municipal en donde al no encontrarse el parroco, quemaron una patrulla.