Sacerdotes, fiscales y mayordomos, así como los encargados de organizar las celebraciones de Semana Santa, son los responsables de evitar aglomeraciones en las celebraciones religiosas que impliquen un riesgo para la salud de los feligreses, en medio de la pandemia de Covid.

Con ello, la Diócesis depósito en ellos la responsabilidad de evitar actividades religiosas en las distintas comunidades del estado que privilegien ante todo la salud en la llamada Semana Mayor.

La institución católica reafirmó lo que ya había anunciado el Consejo Estatal de Salud (CES) sobre la suspensión  de las procesiones de Domingo de Ramos, Del Divino Preso, Viacrusis o Tres Caidas, Del Silencio y del Cristo Resucitado que tradicionalmente reúnen a cientos y hasta a miles de feligreses.

De igual manera la Diósesis informó que el aforo máximo dentro de los templos será del 80 por ciento con las medidas ya conocidas y del 100 por ciento cuando las celebraciones se realicen en espacios abiertos con las medidas de sanidad.

Asimismo, recordó que el Papa Francisco, les ha exhortado a asumir la Cuaresma como un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria.