Durante su intervención en la LX asamblea que celebra la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana A. C. (ANUIES), el rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), Luis Armando González Placencia, expresó que las universidades buscan atender problemáticas nacionales impulsando talentos locales, entre ellos está atender la violencia en general y en particular la de género.

El rector de la UATx dio la bienvenida a las autoridades e integrantes de la asamblea efectuada en Tlaxcala y expresó que si bien es cierto que la Covid-19 sigue presente en las comunidades, también lo es que las medidas preventivas, las vacunas y la evolución del virus, han hecho que los momentos más difíciles vayan quedando en la memoria.

Asimismo, dijo estar gustoso de tener una nutrida concurrencia en su asamblea de manera telemática, pero fundamentalmente presencial, pues para todos la pandemia representó enfrentar una realidad incógnita para sus instituciones, lo que implicó no sólo tener que solucionar esa situación en tiempo real, sino también reflexionar sobre los efectos que estaban teniendo sobre la educación de los jóvenes debido a la pandemia, los efectos institucionales y el rumbo que debían tomar sufriendo carencias materiales y virtuales.

Ante la presencia del secretario de Educación de Tlaxcala, Homero Meneses, manifestó que con la imaginación y el talento de su profesorado entregaron en general buenos resultados, pero será el tiempo quien les diga si han sido demasiado optimistas, por lo que aseguró que ha sido una oportunidad para transformar la realidad encaminándola a la superación.

Indicó que la reforma realizada al artículo tercero constitucional en 2019 dio pie a la Ley General de Educación Superior y bajo ese marco legal tienen todo para avanzar a una educación superior incluyente, integral, construida con una perspectiva con múltiple enfoque.

Por ello aseguró que están obligados a ello no solo por el nuevo marco jurídico, sino también porque la diversidad de sus comunidades y los daños que se han hecho a los hábitats, se los exige para la dignificación de los códigos binarios que impuso la modernidad en derechos Humanos, que desde su reforma en 2011 son el centro de gravedad del modelo de estado al que se quiere llegar.