Columna por Andrea Morales
Los enroques políticos empiezan a ser visibles en varias dependencias de la administración pública, dígase federal, estatal o municipal, pues ya se acercan tiempos electorales que implican mayor presencia en la mente de la ciudadanía.
En estos tiempos, ya no solo es garantía tener el membrete de haber encabezado algún puesto de “importancia”; la percepción ciudadana, positiva o negativa, depende ahora de los resultados que hayas dado en esa responsabilidad.
Son pocos, casi nulos los nombres que han cosechado éxitos en su paso por la administración; sin embargo, existe al menos uno: Salvador Santos Cedillo, actual presidente municipal de Huamantla, es el ejemplo de que, con trabajo eficaz, cercanía con sus habitantes y diálogo directo, se alcanzan mejores resultados.
A pesar de que sus detractores insistan en que hay malos resultados, la dura realidad para ellos, es que ciudadanía y las diversas encuestas realizadas por empresas especializadas en estudios demoscópicos, dan cuenta de que la gente se siente segura, cercana y en desarrollo con su actual administración, lo que lo convierte en un candidato natural para repetir la fórmula.