Both sides of the story

Phil Collins

Cuando Phil Collins escribe Both sides asegura lo siguiente “Siempre necesitamos escuchar ambos lados de la historia. La paz del vecindario está destrozada es en medio de la noche, los rostros jóvenes se esconden en las sombras, mientras miran a su padre y su madre luchar dice que ella ha sido infiel, ella dice que su amor por él se ha ido y el hermano se encoge de hombros a su hermana y dice “parece que somos nosotros de ahora en adelante”. Siempre necesitamos escuchar los dos lados de la historia y las luces están encendidas, el mundo está mirando ahora a la gente buscado la verdad, no debemos fallarles ahora…antes de cerrar nuestros ojos no se alejen de aquí hasta que oigan ambos lados.”

            Lo anterior nos muestra que la historia no es una verdad escrita de una vez y para siempre, la historia se reescribe continuamente y nos vemos en la necesidad de hacerlo en cada momento en el devenir de las sociedades. Por otra parte, en un mismo espacio también tenemos diversas formas de ver y vivir la realidad. Por ello, no hay una verdad absoluta.

            Ahora bien, la frontera constituye una invención humana, sabemos a ciencia cierta, tomando como ejemplo los idiomas español e inglés en la frontera norte de nuestro país, que podríamos puntualizar diversos aspectos del “ser diferente”, lo que nos lleva no exclusivamente a marcar las diferencias, sino también a hacerlas tangibles y mostrar que esas hacen superiores a unos pueblos con respecto a otros.

            Estas diferencias son utilizables en un sistema capitalista donde impera la competencia y el demostrar las aptitudes de cada uno. En este contexto, hay regiones desarrolladas y otras subdesarrolladas; es notorio que en las últimas se ha hecho evidente la abismal diferencia entre países pobre y ricos. Ello nos ha llevado a la agudización de problemas diversos, como los propios en las fronteras, problemas económicos, políticos y de discriminación.

            Una de las complicaciones mayores ha sido el fenómeno migratorio; en México se le ha dado una connotación profundamente religiosa, donde la misericordia juega un papel fundamental en el discurso que justifica y alienta dichos movimientos.

            Este discurso que justifica y estimula la migración se sustenta en el respeto a los derechos humanos y de libre tránsito. Dejando de lado el derecho internacional que rige a los países.

Ante este contexto, el fenómeno migratorio no tiene una sola visión, sino una multiplicidad de experiencias que consideramos importantes y, sobre todo, darlas a conocer. Por ejemplo, creemos que la migración, en primer lugar, forma parte de la economía de mercado, con una diversidad de actividades como el tráfico de personas, la explotación en sus diversas connotaciones y la integración del migrante a sociedades con una economía deprimida.

Por otra parte, en México se vive una diversidad de actividades entorno a la población migrante, muchas de esas experiencias que se viven son positivas, pero también las hay muy negativas y conjugadas con críticas muy severas hacia la presencia del migrante en nuestro país. Expresiones como las que se refieren no solamente a su situación ilegal, sino también a sus actividades relacionadas con diversos delitos; ello afecta directamente a la población.

Ante este problema encontramos percepciones como las siguientes: “no toda la gente viene a trabajar”, “muchas mujeres se dedican a robar”, “vienen a invadir departamentos y casas para usarlos como habitación y como casas de seguridad”, además de no contribuir al bien de la comunidad donde se establecen. También es recurrente se exprese que la economía tlaxcalteca pasa por una situación muy complicada y arrastramos no solamente migrantes que piden ayuda, sino que buscan empleo; recordemos que la economía tlaxcalteca es la quinta, a nivel nacional, con una caída del ingreso familiar.

A los migrantes se les ayuda para subsistir, pero su contribución es mínima por el bien de la comunidad, y a decir de muchos mexicanos, no se le debería permitir la entrada a nuestro país, los gobernantes de sus países debían darles las condiciones para vivir, con empleos adecuados.

Abordar el tema migración tiene matices que es indispensable problematizar, generalmente lo hacemos partiendo de ciertos principios, que no necesariamente nos lleva a un análisis que nos permita su comprensión. Desafortunadamente, en el tema migratorio, partimos de la idea del migrante bueno.