AgendaTlaxcala
Viernes 17 de mayo, 2024.

Caída estructural del IMSS. Ángela, un mes hospitalizada segunda parte

Desde la Sociología por Ángela Barrientos

Ángela Barrientos | agendatlaxcala | 3645 lecturas | 0 comentarios

Caída estructural del IMSS. Ángela, un mes hospitalizada segunda parte

La semana pasada señalamos el aspecto fundamental en el espíritu de la atención a la salud de los mexicanos, construyéndose toda una visión optimista de que atender la salud de los mexicanos era vital para propiciar el desarrollo del país; entonces se crea toda una simbología y el conjunto que forman evoca la seguridad social.Todo con una fuerte acepción humanista.

            Esta afirmación profundamente humanista se pierde paulatinamente y la formación profesional del personal médico deja del lado el aspecto humanista, se formaban profesionales, pero no seres humanos. Las consecuencias se perciben cuando el trato hacia los pacientes, caracterizada por las ofensas, la discriminación y humillación; éstos son vistos como objetos y los condena a una condición de salud física y mental deplorables.

            Decimos lo anterior, porque había ocasiones en que las enfermeras, a las 6 de la mañana, despertaban a los pacientes prendiendo las luces y sin tacto ni consideración a su estado de salud, nos ordenaban bañarnos y, a los familiares, recoger su incomoda cama.

            Cabe señalar que existe poca consideración hacia los familiares, porque además de sufrir la enfermedad de su paciente, son maltratados por el personal, cuando les parece aceptan su presencia y cuando no les es útil los sacan, con el apoyo de la vigilancia privada, con lo que ello implica en el trato, con un personal no capacitado para laborar en hospital.

            De acuerdo al testimonio rescatado, en varias ocasiones, las enfermeras introducen la aguja y después buscan la vena para aplicar la venoclisis, situación que nos parece que el dolor se normaliza y sin ningún criterio se infringe. Esta y muchas otras prácticas provocan en los pacientes un sentir de rechazo hacia la Institución y hacia el personal de enfermeras.

            Asimismo, las experiencias se multiplican, ya que los médicos al realizar las visitas a los pacientes los interrogan sin consideraciones y para que se entere gran parte del área correspondiente, no hay el más mínimo respeto a la intimidad del paciente ni a la secrecía de su estado de salud. 

            Así entonces, la filosofía con la que se fundó el IMSS se encuentra hueca y carece de valor, la cual repetimos: “una madre con el niño en los brazos representando al pueblo de México”, a quienes la patria, simbolizada por el águila, protege, ya que ellos “son lo más sagrado de su esencia”. Ya no hay ni un respeto por la dignidad del paciente y el lema “Seguridad y solidaridad social” ha dejado de tener sentido.

            Ahora bien, para 1993, cuando llego a Tlaxcala, ésta contaba con más de 760, 000 habitantes, para el censo 2020 rebasa el 1 300 000, en contraste los hospitales del IMSS siguen siendo los mismos y sin modernización ni actualización, los estudios se entregan en discos compactos, tecnología obsoleta; esta situación es grave en términos de atención a los derechohabientes. Lo que es realmente lamentable es que para casi el millón y medio de habitantes no existe un hospital de especialidades y los pacientes son trasladados a Puebla o Pachuca y los familiares se ven en la necesidad de realizar gastos de traslado y permanencia en esas ciudades por uno o varios días, afectando su economía y su estado de ánimo.

            Lo que vemos en las clínicas y hospitales del IMSS en nuestra entidad es la habilitación de los pocos espacios provocando la saturación y hacinamiento. Estamos llegando a un punto de inflexión en el IMSS que hace necesario y urgente reconsiderar el papel social de la institución, no exclusivamente seguir poniendo parches, pero sobre todo capacitar al personal médico en la importancia, ante los mexicanos, del IMSS y su filosofía originaria. 

            Los médicos y enfermeras tienen que hacer suyo el escudo del IMSS, la patria protegiendo a sus hijos, los mexicanos, como lo más sagrado.