El hartazgo de los maestros con sus representantes sindicales es evidente
Docentes tlaxcaltecas expresaron su indignación ante lo que consideran una superficial "revalorización" del magisterio por parte de los líderes sindicales. La colocación de letras doradas con la leyenda "A las maestras y maestros de México por su contribución al desarrollo del país" en el Muro de Honor del Senado de la República fue calificada como un acto vacío que no atiende las necesidades reales del gremio.
La molestia se centró particularmente en la postura del dirigente nacional del SNTE y senador de la república, Alfonso Zepeda, quien aparentemente considera este gesto como una forma de revalorar la labor docente. Durante la marcha del primero de mayo, las consignas de los maestros fueron claras: "¡Letras doradas no pagan las cuentas!" y "¡Queremos salarios dignos, no adornos!".
Los docentes manifestaron que la verdadera revaloración del magisterio pasa por mejores condiciones salariales y laborales. Denunciaron las precarias situaciones que enfrentan miles de compañeros que dedican su vida a la enseñanza y que, paradójicamente, carecen de acceso a una atención médica digna, señalando la falta de medicamentos y las deficiencias en el servicio del ISSSTE.
Si bien el dirigente de la sección 31 en el estado, Cutberto Chávez, reconoció las "malas donaciones" en el servicio médico y aseguró tener reuniones para mejorar las condiciones, el hartazgo de los maestros con sus representantes sindicales es evidente. En un acto de descontento, gorras y playeras con logos sindicales, que usualmente son entregadas durante estos eventos, fueron arrojadas al templete donde se encontraba el líder magisterial.
Este hecho refleja la creciente brecha entre las bases del magisterio y sus dirigencias, evidenciando una demanda por acciones concretas que impacten positivamente en su calidad de vida y en el reconocimiento real de su importante labor en la formación de las futuras generaciones.