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Martes 22 de abril, 2025.

Cifras oficiales cuestionadas: La realidad violenta que Tlaxcala no reporta

Las estadísticas preliminares presentadas sobre homicidios dolosos en Tlaxcala contrastan drásticamente con la realidad que viven sus habitantes

Elena Ruvalcaba | agendatlaxcala | 333 lecturas | 0 comentarios

Cifras oficiales cuestionadas: La realidad violenta que Tlaxcala no reporta

Las estadísticas preliminares presentadas sobre homicidios dolosos en Tlaxcala contrastan drásticamente con la realidad que viven sus habitantes, en municipios como Tetlatlahuca, donde la violencia ha escalado alarmantemente.

Según la información oficial con corte al 21 de abril, que dio a conocer en la "Mañanera del Pueblo" la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Marcela Figueroa, Tlaxcala registra aproximadamente 8 homicidios dolosos posicionándose entre las entidades con menor incidencia de violencia letal en el país.

Esta cifra representa apenas una fracción del promedio nacional de 38.28 víctimas y coloca al estado muy por debajo de entidades como Guanajuato, que encabeza la lista con más de 350 homicidios.

Sin embargo, la realidad en el territorio contradice estos datos. Tan solo en una semana, Tetlatlahuca ha sido escenario de tres graves hechos violentos: el hallazgo de cuerpos desmembrados y el asesinato de un hombre con arma de fuego frente a su propio domicilio.

Esta discrepancia sugiere serias deficiencias en los mecanismos de reporte oficial, posible subregistro de casos o incluso manipulación de cifras para proyectar una imagen de seguridad que no corresponde con la experiencia cotidiana de los tlaxcaltecas.

La disparidad entre las estadísticas oficiales y los hechos documentados localmente plantea interrogantes sobre la transparencia de las autoridades estatales y la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas. Esta situación no solo afecta la confianza ciudadana en las instituciones, sino que podría estar privando a Tlaxcala de recursos federales y atención necesaria para combatir un problema de violencia que parece ser mucho más grave de lo que admiten las cifras oficiales.