En un acontecimiento que conmueve a la comunidad de Terrenate, Tlaxcala, el dolor de una madre alcanzó dimensiones insospechadas durante la despedida final a su hijo. Inés, de 75 años, falleció repentinamente mientras participaba en el sepelio, en un dramático episodio que ha tocado profundamente a los habitantes de esta localidad tlaxcalteca.

Los hechos ocurrieron cuando familiares y amigos se congregaban en el panteón municipal para dar el último adiós. En medio de la ceremonia, mientras la familia procesaba su duelo, Inés se desvaneció súbitamente junto al sepulcro. A pesar de los intentos por auxiliarla, solo pudieron confirmar su fallecimiento, aparentemente a causa de un infarto fulminante.

"El corazón tiene sus límites cuando se trata de soportar el dolor", comentó consternado uno de los vecinos presentes en el lugar. "Esta familia ahora enfrenta una doble pérdida en cuestión de días".

Esta tragedia ha despertado una ola de solidaridad entre los habitantes de Terrenate, quienes se han unido para apoyar a la familia en estos momentos de profundo dolor.

Los especialistas en salud mental señalan que el impacto emocional de perder a un hijo puede tener graves consecuencias físicas en los padres, especialmente en personas de edad avanzada, recordándonos la profunda conexión que existe entre el bienestar emocional y la salud física.