En los gobiernos aliados de la cuarta transformación los delincuentes parece que ya no están afuera, sino ahora forman parte de la estructura gubernamental.

Resulta que en un primer hecho la presidenta municipal de San Pablo del Monte Ana Lucía Arce, denunció en una reunión que sostuvo con vecinos que trabajadores en su gobierno están ligados a la delincuencia organizada.

Este municipio tras la llegada del actual gobierno, el número de homicidios dolosos como embolsados, descuartizados, quemados, asaltos, secuestros, robos a casa habitación, de autos y de trailers se han incrementado, según denuncias ciudadanas y por los hechos que se han dado a conocer en los medios de comunicación.

A pesar de que la declaración de la presencia de empleados al interior del municipio y sus nexos con la delincuencia ninguna autoridad intervino para investigar la declaración de la alcaldesa Ana Lucía Arce, por lo que se entiende siguen laborando. 

Aunado a ello, este fin de semana en el municipio de Tlaltelulco, luego de que pobladores detuvieron a un hombre y una mujer, por robo, se ventiló de manera pública que  presuntamente el esposo de la regidora del partido verde estaría involucrado.

Esta también el caso de

Alfredo Álvarez Valenzuela, exsecretario de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala quien pese a tener una orden de aprehensión en su contra  fue contratado por la gobernadora. Cabe recordar que el exfuncionario salió huyendo de la entidad, sin embargo en días recientes  fue localizado en un domicilio del estado, pero tampoco lo pudieron detener, tras ampararse ante la justicia federal para evitar la acción de la justicia. En Tlaxcala se encontraba escondido. 

Esto abona a la percepción de que ahora los delincuentes ya no solo están fuera operando, sino que ahora lo hacen desde adentro del propio gobierno, protegidos por el poder. 

Esto también contribuye a que los ciudadanos decidan hacer justicia por propia mano, en el territorio tlaxcalteca donde en menos de 15 días se han registrado cuatro intentos de linchamientos, en uno de ellos uno de los delincuentes perdió la vida.

Las víctimas afirman que prefieren ellos aplicar la justicia, ya que  los policías o no los detienen o hacen mal su trabajo y la Fiscalía General de Justicia del Estado, los deja en libertad para que sigan haciendo de las suyas.